El informe Alianzas Peligrosas: «El avance de Rusia en América Latina», elaborado por Douglas Farah y Marianne Richardson, detalla que en el territorio nicaragüense persiste el espionaje ruso y la instalación de entrenamiento para fortalecer las capacidades represivas del régimen de parte de la Federación rusa.
«Nuestras fuentes con conocimiento directo de los hechos dijeron que cuando las protestas contra los orteguistas estallaron en 2018, al (coronel ruso) Oleg Surov se le encomendó la tarea de brindar capacitación especial a un grupo selecto de policías de Nicaragua, en clases tituladas “Medios y Métodos Modernos para Combatir el Extremismo y Terrorismo”», detalla el escrito.
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Las mismas fuentes afirman que el coronel ruso opera fuera de la cadena de mando normal de la Embajada de Rusia, informando directamente a Putin, en lugar de hacerlo con el embajador o el jefe militar acreditado en Nicaragua. Además, destacan que el objetivo de estas labores es formar agentes de inteligencia que sean leales a Rusia para que puedan operar en el país y la región centroamericana.
Indican que actualmente casi todos los movimientos de Ortega responden a los intereses de Moscú «que incluyen una importante, presencia permanente de tropas en Nicaragua; robusta cibernética, inteligencia y criptografía; acceso a instituciones financieras; y rotación de diplomáticos acreditados bajo protección del régimen de Ortega en los más altos niveles. Estas intervenciones tocan múltiples puntos de interés estratégicos para Rusia y otras actividades, pueden ser parte de la implementación del establecimiento de Rusia el propio proyecto de “Internet soberana”, promulgado por Putin en noviembre de 2019».
El informe también establece que «bajo la ley rusa, los proveedores de telecomunicaciones son necesarios para instalar equipos SORM, proporcionando Seguridad Federal Rusa Services (FSB) con acceso a todos los datos compartidos en línea sin la autorización de las empresas. SORM funciona básicamente copiando todos los flujos de datos en Internet y redes de telecomunicaciones (para ser enviados al gobierno) y la otra al destino previsto».
«Se informa que está detrás de la creciente sofisticación de la vigilancia y el monitoreo capacidades del régimen de Ortega en Nicaragua, del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, y recrudeció la represión cubana, los grupos criminales y los partidos políticos pueden tener acceso a equipos de monitoreo electrónico cada vez más sofisticados, así como capacitación avanzada en clonación de sitios, ataques a adversarios y enemigos políticos, troleo y uso de software malicioso», añade.
«Nicaragua también alberga una planta de vacunación multimillonaria que no produce vacunas, una academia de policía que hace poco de lo que anuncia, un centro de capacitación y guerra cibernética en el edificio estatal de telecomunicaciones, y un edificio del Ministerio del Interior de Rusia que goza del estatus diplomático de una embajada», destacan los consultores en temas de seguridad nacional en Estados Unidos.
Recientemente el ministro de Exteriores de Bielorrusia consideró a Nicaragua un importante socio con una exitosa historia de cooperación. «Nuestros intereses coinciden totalmente. Queremos que nuestros pueblos vivan en paz y armonía, de manera que nuestros Estados vivan en paz y que nadie interfiera en nuestro desarrollo de la forma que quieren hacerlo», resaltó.