La socióloga, investigadora y experta en temas de seguridad, Elvira Cuadra, considera que la detención y encarcelamiento de altos funcionarios policiales de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, revela que el círculo de poder del régimen «está fracturándose».
Ayer, 16 de enero, trascendió que el comisionado general en retiro, Adolfo Marenco, jefe de la Dirección de Inteligencia de la Policía, fue encarcelado y se encuentra encerrado en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote». En ese mismo sitio también estaría detenido el comisionado general Pedro Rodríguez Argueta, jefe policial del Triángulo Minero y Mulukukú.
«El encarcelamiento del comisionado (general Adolfo) Marenco, subdirector de la Policía, y otros oficiales de nivel de jefatura de la misma institución policial, revela algunas cosas importantes. El círculo de poder del régimen Ortega Murillo está fracturándose, tiene esas fisuras importantes. (Adolfo) Marenco ciertamente no es el primero (en estar preso), pero es una persona muy indicativa del nivel de descomposición interna que hay dentro de ese círculo de poder», explicó Cuadra a Artículo 66.
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La experta añadió que Marenco ha sido una de las personas cercanas, de confianza y clave »para empujar el sistema de órganos represivos en todo el país y porque representa una pieza de la Policía al más alto nivel, que ha sido la institución que ha estado en la primera línea de toda la represión en el país».
«Que primero lo hayan destituido, que lo hayan mandado a su casa y ahora esté encarcelado en El Chipote, pues revela que ya no hay ninguna clase de seguridad entre ellos, revela también que la corrupción está enraizada dentro de ese círculo de poder y que las lealtades no son realmente políticas ni ideológicas, sino que son lealtades muy volubles porque están basadas en el oportunismo, la impunidad y la corrupción», afirmó.
Elvira Cuadra advierte que tras esta noticia de la detención de estos dos altos mandos policiales «todos (los del círculo de poder del régimen) sos sospechosos, susceptibles de ser vigilados y castigados. Definitivamente no pueden dormir tranquilos».
En esta misma sintonía, la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) publicó en su cuenta de Twitter que «la dictadura sandinista devora a sus engendros más infames. Ningún sandinista está exento de ser víctima de los crímenes de lesa humanidad de los que tanto hacen apología. ¡Salten del barco! AUN».
«Ningún sandinista está a salvo de que sus jefes cometan con ellos los mismos crímenes que ellos cometen contra el pueblo de Nicaragua», escribió AUN en otro tuit.
El periodista y exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, considera que la aprehensión de Marenco, a quien le llamó «ojos y oídos de la dictadura», marca el inicio de «otra nueva crisis en el régimen, ahora en los altos mandos de la Policía Nacional.