La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo canceló los nombramientos del diplomático orteguista Michael René Campbell Hooker como embajador extraordinario y plenipotenciario de Nicaragua en China, Camboya y Afganistán, según el Acuerdo Presidencial No. 31-2025 publicado este martes en La Gaceta, Diario Oficial.
El documento fue firmado por Ortega y Murillo desde el 21 de febrero pasado. Establece que «se dejan sin efecto» los nombramientos de Campbell, pero no brinda ninguna explicación sobre las razones detrás de esta decisión. La medida pone fin a su representación en China, donde había sido designado en mayo de 2023, así como en Camboya y Afganistán, donde ejercía como embajador concurrente.
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Michael Campbell es un fiel operador del régimen sandinista y pertenece a una influyente familia con raíces en la Costa Caribe de Nicaragua. Es hijo de Francisco Campbell, exembajador de Nicaragua en Estados Unidos, y sobrino de Lumberto Campbell, magistrado sancionado del Consejo Supremo Electoral y pieza clave en el fraude electoral que permitió a Ortega perpetuarse en el poder.
Desde 2021, Michael Campbell ha sido una de las caras visibles del régimen en el exterior, defendiendo la narrativa oficial en foros internacionales y descalificando a opositores y periodistas críticos. Su cercanía con la familia presidencial lo convirtió en un diplomático de confianza, lo que hace aún más llamativa su destitución repentina.
Menos de dos años en China
El Acuerdo Presidencial No. 58-2023, publicado en mayo de 2023, había oficializado a Campbell como embajador en China, un puesto clave en la estrategia de Ortega para fortalecer la alianza con el régimen de Xi Jinping tras la ruptura con Taiwán. Posteriormente, en julio de 2023, el Acuerdo No. 119-2023 lo nombró embajador concurrente en Camboya, y en junio de 2024, el Acuerdo No. 101-2024 lo designó en Afganistán.

La decisión de Ortega de revocar estos nombramientos se produce en un contexto de tensiones internas dentro del régimen, en el que varias figuras que antes gozaban de confianza han sido relegadas o apartadas del círculo de poder sin mayores explicaciones.
Hasta ahora, el régimen jamás ha brindado detalles sobre los motivos de este tipo de cancelaciones a delegados de su cuerpo diplomático. Sin embargo, la abrupta salida de Campbell podría estar relacionada con la recomposición de la diplomacia sandinista o con pugnas internas en el régimen, donde Ortega y Murillo han demostrado su política de castigo a funcionarios que dejan de ser útiles o que caen en desgracia.