La organización Urnas Abiertas criticó duramente al Fondo Monetario Internacional (FMI) por su más reciente informe sobre Nicaragua, en el que destaca la supuesta estabilidad macroeconómica del país sin abordar el creciente autoritarismo del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
En un comunicado, Urnas Abiertas señaló que el FMI continúa ignorando la realidad nicaragüense al minimizar el impacto de la concentración de poder y la corrupción en la economía del país. «La estabilidad de las cifras no puede confundirse con una economía sana, especialmente cuando las reglas del juego son dictadas por un régimen que ha demostrado utilizar las instituciones para beneficio de su círculo de poder», advierte la organización.
El informe del FMI, publicado el 7 de febrero, resalta el crecimiento económico y la estabilidad fiscal de Nicaragua, pero Urnas Abiertas cuestiona que el organismo financiero haya decidido silenciar las graves violaciones a los derechos humanos y la cooptación total del Estado. «El FMI no puede seguir ignorando la realidad del país, pues al omitir estas dinámicas en su evaluación, valida implícitamente un modelo de estabilidad basado en la opacidad, el clientelismo y la instrumentalización del sistema financiero con fines políticos», denuncia en el comunicado.
Del reconocimiento de la falta de independencia judicial a su omisión en el informe
Urnas Abiertas recordó que, en noviembre de 2024, el FMI reconoció la falta de independencia judicial en Nicaragua, señalando que esta afecta los derechos de propiedad y la confianza inversionista. Sin embargo, en el informe de febrero, este tema ha sido relegado a un segundo plano, a pesar de que la situación no ha mejorado, sino que se ha agravado con la reciente reforma constitucional impulsada por el régimen sandinista.
«El señalamiento en noviembre pasado lo valoramos de manera positiva, sin embargo, en el último comunicado este tema ha ocupado un lugar marginal a pesar de que no es una problemática que haya sido resuelta. Por el contrario, el gobierno de Nicaragua aprobó una nueva Constitución Política, disfrazada de reforma parcial, en la cual, entre otras cosas, se institucionalizó la concentración de poder», expone la organización.
Para Urnas Abiertas, la actitud del FMI no solo es contradictoria, sino peligrosa, pues al no abordar la reconfiguración del Estado bajo el mando absoluto de Ortega y Murillo, el organismo financiero legitima un modelo económico autoritario que perpetúa la corrupción y la represión.
El FMI ignora la corrupción y la falta de transparencia
Otro de los puntos que Urnas Abiertas considera alarmantes es la falta de supervisión sobre los fondos públicos en Nicaragua y la inoperancia de los organismos encargados de la fiscalización. «Es imperativo que el FMI advierta sobre la inoperancia de la Contraloría General de la República (CGR) como ente encargado de la fiscalización de los recursos públicos», sostiene el comunicado.
La organización subraya que la Contraloría no publica de manera íntegra los resultados de sus auditorías, omite la supervisión de las declaraciones patrimoniales de funcionarios públicos y no impulsa las acciones penales correspondientes cuando se identifican responsabilidades. Urnas Abiertas denuncia que esta falta de transparencia permite que el régimen utilice los recursos del Estado sin ningún tipo de control y que el FMI, al omitir estos señalamientos en su informe, se convierte en cómplice de esta impunidad.
Además, la organización advierte sobre las reformas bancarias recientes, las cuales colocan al sistema financiero nicaragüense bajo un control aún más férreo de la dictadura. «Entre enero y febrero de este año el régimen ha impulsado una serie de leyes y acuerdos con el objetivo de reformar el sistema bancario nicaragüense, el cual ahora estará bajo mayor vigilancia de los co-presidentes», alerta Urnas Abiertas.
Una de estas reformas es la Ley de Administración del Sistema Monetario y Financiero, la cual otorga al régimen acceso a información bancaria de ciudadanos y empresas, eliminando garantías de privacidad y aumentando el riesgo de persecución política a través del sistema financiero. «Estas reformas no se pueden confundir con la coordinación de políticas monetarias sugeridas por los directores del FMI», advierte la organización.
Urnas Abiertas exige al FMI ampliar su enfoque y dejar de financiar la dictadura
Ante este panorama, Urnas Abiertas exige al FMI una evaluación más rigurosa de la realidad nicaragüense y que deje de enfocarse únicamente en indicadores macroeconómicos sin considerar el impacto del autoritarismo en la sostenibilidad del país.
«Hacemos un llamado al Fondo para que amplíe su enfoque e incluya otras áreas críticas de preocupación. Entre ellas, destacamos las prácticas corruptas vinculadas al tráfico de influencias, las irregularidades en los procesos de compras públicas y el nepotismo», señala la organización.
Asimismo, recalcan que el FMI no puede continuar financiando un régimen que viola sistemáticamente el derecho a la libertad de expresión y restringe el acceso a la información pública sobre proyectos de desarrollo, inversión y políticas financiadas con recursos públicos.
Para Urnas Abiertas, la comunidad internacional, incluyendo al propio FMI, debe dejar de legitimar con financiamiento un modelo basado en la represión, la corrupción y la falta de transparencia. «Desde Urnas Abiertas urgimos al Fondo para que realice un análisis exhaustivo sobre la realidad en Nicaragua, que profundice en cómo el impacto de la corrupción, la concentración y la falta de supervisión del gasto público impide el desarrollo equitativo de la población, y por el contrario perpetúa el modelo económico autoritario en el país», concluye el comunicado.