Al menos 200 militares están retenidos este sábado por campesinos afines al expresidente boliviano Evo Morales, tras el asalto a tres cuarteles en el marco de las protestas que comenzaron hace 20 días, informó la cancillería.
El viernes «tres unidades militares han sido asaltadas por grupos irregulares en la zona del Chapare, en el departamento de Cochabamba, tomando como rehenes a más de doscientos efectivos militares», señaló el ministerio de Relaciones Exteriores.
El expresidente Evo Morales aumentó la presión sobre el gobierno de Bolivia, al declararse en huelga de hambre después de que sus partidarios tomaran varios puestos militares y retuvieran a los uniformados en el marco de la protesta que iniciaron el 14 de octubre.
Morales es investigado penalmente por un caso de estupro que él niega y que sus seguidores denuncian como parte de una «persecución judicial y política» del gobierno de Luis Arce, exministro del líder indígena de 65 años.
La crisis se profundizó este viernes, cuando indígenas y demás campesinos «tomaron por asalto tres unidades militares, reteniendo como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas», según denunció Arce en redes sociales.
En un video difundido por la prensa boliviana, se ve a 16 rodeados de campesinos que blanden palos con la punta militar afilada. «Nos han cortado el agua, la luz, nos han tomado como rehenes», se escucha decir a un uniformado.
Los destacamentos, donde según Arce irrumpieron «grupos armados afines a Evo Morales», están en la región cocalera del Chapare, en el departamento de Cochabamba, en el centro de Bolivia.
Este viernes el gobierno envió a las Fuerzas Armadas para que apoyen a la policía en el despeje de las carreteras bloqueadas por los afines al expresidente.
Evo Morales, en huelga de hambre y exige diálogo
Morales, entretanto, se declaró en huelga de hambre. «Para priorizar el diálogo, voy a iniciar una huelga de hambre hasta que el gobierno instale (…) mesas de diálogo», aseguró en una conferencia de prensa.
El exgobernante está resguardado -según su partido- en Chapare. Desde allí pidió a «los hermanos que están movilizados» que consideren suspender temporalmente «el bloqueo de caminos justamente para evitar hechos de sangre».
Morales abrió la opción de una tregua en la protesta el mismo día en que 19 policías y un periodista resultaron heridos durante la «jornada de desbloqueo» en Parotani, epicentro de la protesta en Cochabamba.
De esa forma, aumentaron a 90 los lesionados en 19 días de manifestaciones, la gran mayoría policías, según el balance oficial.
Los campesinos han bloqueado carreteras en alrededor de 20 puntos del centro de Bolivia, principalmente de Cochabamba, en defensa de su líder.
Sin embargo, ahora volcaron la protesta contra el presidente Arce y exigen su renuncia porque lo culpan de la crisis derivada de la falta de dólares que ha restringido las importaciones de combustible que Bolivia vende a precio subsidiado.
Ambos líderes se disputan el control de la izquierda oficialista y la nominación presidencial para los comicios de 2025.
Al declararse en huelga de hambre, Morales planteó al gobierno discutir en las mesas de conversaciones «el tema económico» y «el tema político».
«Y para que el diálogo sea viable, responsable y tenga resultados, pido la participación de organismos internacionales de países amigos», añadió.
Morales explicó que en la primera mesa espera tratar la crisis económica. En la otra, la situación de «dirigentes injustamente (…) encarcelados» en el marco de la protesta que encabezaron contra la probable aprehensión del expresidente por los presuntos delitos de «estupro, trata y tráfico de personas».
La fiscalía abrió la investigación a raíz del presunto abuso de una menor en 2015, cuando Morales era presidente.
Según él, se trata de una «mentira más» orquestada por el gobierno para impedirle ser candidato presidencial en 2025.
La tensión se elevó aún más después del pasado fin de semana, cuando Morales denunció que agentes del Estado intentaron matarlo a balazos en el Chapare, versión que el gobierno desmintió.
El presidente Arce exigió luego a los manifestantes el desbloqueo «inmediato» de las vías, bajo la amenaza velada de enviar a las fuerzas armadas a los puntos de protesta o incluso de declarar el estado de excepción.
Ante la «escalada de las tensiones en Bolivia», el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, insta a las partes a la moderación y a que «se abstengan de todo acto de violencia», declaró este viernes su portavoz, Stéphane Dujarric.