Un vehículo que se estrelló en un poste frente a la quinta del coronel retirado y exjefe de la Seguridad del Estado sandinista durante los años 80, Lenín Cerna Juárez, y el despliegue de decenas de policías de distintas especialidades, habría provocado una confusión entre vecinos y transeúntes de la zona, que creyeron que el operativo se trataba de una acción de allanamiento contra Cerna.
En un primer momento, Artículo 66 y otros medios de comunicación publicamos la información como la ejecución de un allanamiento policial a la casa de Cerna, sin embargo, una vez corroborado los hechos con varias fuentes, aclaramos que el movimiento policial había generado un mal entendido, y que en realidad se trataba de una persecución contra un vehículo en el que se movilizaban unas personas, supuestamente por un tema relacionado a narcoactividad.
En las fotos que nos enviaron al calor de los sucesos, la tarde de ayer, martes, se observa a efectivos policiales con chalecos negros, pasamontañas y vehículos particulares con hombres vestidos de civil, y un vehículo marca Toyota, color plateado, se ve atravesado cerca del portón principal de la casa de Cerna. Al verificar la información, los vecinos reconfirmaron que se trataba del carro que habría protagonizado la persecución que se estrelló en un poste metálico que está justo a la par del portón de la quinta del exsecretario de organización del FSLN.
Las consecuencias del bloqueo informativo
Artículo 66 ofrece disculpas a su comunidad de lectores y seguidores que confían en este medio de comunicación por la publicación del malentendido. Reiteramos nuestro compromiso con la verdad y el contraste de información e insistimos en que en una país libre y democrático, donde no exista censura, ni persecución al periodismo, donde los medios de comunicación podamos ejercer nuestro trabajo sin cortapisas ni criminalización, los periodistas podríamos ir a cubrir este tipo de noticias sin mayores consecuencias y podríamos consultar las versiones oficiales o las personas que se vean involucradas en los hechos de interés público.
Esta es la consecuencia de tener una dictadura que usa a las instituciones armadas, a grupos paraestatales y al sistema de justicia para amedrentar a los periodistas. El impedimento a los medios de comunicación para poder cubrir un suceso, ya sea porque tenemos que laborar bajo clandestinidad, desde el exilio o apoyándonos en fuentes cercana a los hechos, sin la posibilidad de hacer la verificación rigurosa in situ, es una forma de boicot que denunciamos y rechazamos.
Demandamos el restablecimiento de las libertades plenas de todos los nicaragüenses y la ruptura de las cadenas impuestas por el régimen sandinista sobre los medios de comunicación. Exigimos el cese de la criminalización, la persecución, las amenazas y el hostigamiento.