Mientras los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo han ordenado el despojo de su nacionalidad a 452 nicaragüenses por pensar diferente al régimen sandinista, el 13 de septiembre le regalaron la nacionalidad a la propagandista gringa Nan Mccurdy, quien se dedica a escribir opiniones y hasta un libro alabando a los tiranos de Nicaragua y a su «revolución sandinista».
Con gran despliegue noticioso, el régimen dio a conocer a través de sus medios de propaganda oficial que otorgó la nacionalidad nicaragüense a Mccurdy, supuestamente porque cumple con todos los requisitos exigidos por la Ley.
Según la propaganda oficial, la nueva nica regalada lleva más de 40 años residiendo en el país. Los medios de la propaganda la presentan como bióloga, ecologista, periodista, escritora y además como misionera metodista que se radicó en Nicaragua desde 1985, durante la primera etapa de la dictadura sandinista.
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Asimismo, destacan el libro por el que le atribuyen el título de escritora, que se llama «La Revolución no se detendrá». Algunos artículos por los que la llaman periodista versan sobre «la presidencia del pueblo», en el que habla de la asunción al poder de Ortega y Murillo u otros temas todos relacionados con las «victorias de los dictadores»
Iglesia Metodista dice que ya no vive en Nicaragua sino en México
Aunque la dictadura asegura que su propagandista gringa a quien le regaló la nacionalidad nicaragüense vive en el país desde hace más de 42 años, la página web oficial oficial de «Global Ministries», que es la organización internacional de misiones, ayuda humanitaria y desarrollo de la Iglesia Metodista Unida, señala que Nan Mccurdy trabajo en Nicaragua entre 1985 y 2014, y que ese año la ,misionera pasó a radicarse y trabajar en México, por lo que la nacionalizada de Ortega no vive en el país desde hace aproximadamente 10 años.
«Nan sirvió al pueblo de Nicaragua desde 1985 hasta 2014. Ella y Miguel trabajaron durante 20 años con mujeres y jóvenes a través de la Asociación de Mujeres y Comunidad en San Francisco Libre», afirma la ficha de misionera de Mccurdy, publicada en la web oficial de Global Ministries.
El dictador Ortega también ha convertido al país en refugio de delincuentes internacionales al regalarle la nacionalidad a perseguidos por la justicia en sus respectivos países como a los expresidentes de el Salvador Mauricio Funes y Salvador Sánchez Ceren, acusados de corrupción y buscados por la justicia salvadoreña.
