El pasado nueve de agosto, el Consejo Nacional de Universidades (CNU), órgano que controla la educación superior bajo órdenes de la dictadura, nombró rector de la Universidad Nacional Agraria (UNA) a Bosco Castillo, una designación que no pasaría de las felicitaciones si no fuera por quién es ese personaje: sin ninguna experiencia académica pero sí un peón leal a ciegas de Rosario Murillo, a quien le ha demostrado no tener escrúpulos al planificar y ejecutar represión contra el pueblo de Nicaragua.
¿De dónde viene el nuevo rector de la UNA? Nada más y nada menos que de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua, UNEN, el brazo político y operativo del sandinismo, utilizado, bajo la consigna del 6% universitario, para desestabilizar a los gobiernos de los años 90 e inicios de los 2000.
Además, a partir del 2007, con el retorno al poder de Daniel Ortega, la UNEN también cumple la función de tentáculo de control y represión contra los estudiantes universitarios. En esa organización estudiantil se formó Bosco Castillo.
De la UNEN saltó a la coordinación nacional de la Juventud Sandinista 19 de Julio (JS), la organización de fanáticos sandinistas utilizada por el régimen para reprimir las expresiones de protestas populares como la de los ancianos que exigían mejores pensiones, conocida como «ocupas INSS), o los miércoles de protestas organizados por opositores y críticos al régimen sandinista, que fueron reprimidas por jóvenes vistiendo camisetas de la JS, coordinada entonces por Castillo.
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Investigaciones periodísticas han revelado que Bosco Castillo no solo era un ejecutor de las órdenes de reprimir sino que participaba en la planificación de las acciones represivas, tal como ocurrió con los ancianos Ocupa INSS.
Una investigación de la revista Confidencial reveló que el operativo en el que los ancianos y resto de población que los acompañaba en su protesta frente a las instalaciones del Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS), fueron asaltados, golpeados y ultrajados por fanáticos sandinistas, y fue Fidel Moreno y Bosco Castillo junto con la diputada sandinista Jenny Martínez, y el viceministro de Educación de entonces, José Treminio, los que planificaron a detalles la forma de asaltar, robar y desalojar a los ancianos protestantes.
Y si eso no fuera suficiente currículo para presentarse como ficha arrodillada al sandinismo, también ostenta un eslabón que lo llevó a acercarse, primero al dictador Daniel Ortega, y luego a la vicedictadora Rosario Murillo, al servicio de quien está actualmente.
Ese eslabón es Fidel Moreno, secretario general, con poderes de alcalde, de la Alcaldía de Managua.
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La disposición de Castillo a planificar y ejecutar, sin escrúpulos, operativos de represión contra el pueblo le granjeó la confianza de los dictadores que pronto lo llamaron al ejecutivo.
Su primer cargo dentro del Estado fue de bajo nivel, lo obtuvo en 2009, en la Alcaldía de Managua, como responsable municipal de Ornato, sin embargo, ese puesto era solo para justificar un salario porque en realidad se dedicaba a la coordinación nacional de la JS.
Ya para 2012, el exUnen y exJS Bosco Castillo había estrechado su relación operativa con Fidel Moreno, conocido como un peón muy cercano a Murillo, y a través de él, demostrado su inescrupulosa capacidad de ser leal a los dictadores y entonces fue llamado al círculo grande, como nuevo titular del recién creado Ministerio de la Juventud (Minjuve), cargo en el que se mantuvo hasta 2022.
Ese año, Castillo fue separado del Minjuve y nombrado asesor presidencial en Tecnologías e Innovaciones Productivas, hasta que, mediante el Acuerdo Presidencial 111-2023, aprobado el 06 de julio de 2023, y publicado en La Gaceta, Diario Oficial número 123, del 10 de julio de 2023, Castillo fue designado por el dictador Daniel Ortega como ministro agropecuario y forestal.
Tras un año en ese cargo, según el acuerdo presidencial 129-2024 publicado en la Gaceta Diario Oficial del 7 de agosto, Bosco Castillo, «renunció» al cargo de ministro del MAG. Versiones periodísticas señalaron que la renuncia del exUnen, habría sido por supuestos actos de corrupción no autorizada.
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Sin embargo, menos de 72 horas después, el CNU sale con su comunicado informando que han designado al exministro y exasesor de Ortega como rector de la UNA. El comunicado menciona a Castillo con el título de ingeniero, aunque no especifica en qué rema de la ingeniería se habría graduado el nuevo sandinista.
En revisiones hechas por Artículo 66, de los antecedentes conocidos de Bosco Castillo, no aparece que haya ejercido la docencia en ningún nivel de educación alguna vez, menos que se haya dedicado a la investigación científica o académica. Es decir, por primera vez en su historia la UNA tendrá un rector que no tiene ninguna experiencia en el mundo académico.
En Nicaragua, la educación primaria, secundaria y universitaria es utilizada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo como una academia de adoctrinamiento político en favor del sandinismo.
El asunto ha alcanzado niveles tan graves que, algunas denuncias aseguran que, en la Universidad Casimiro Sotelo, instalada en las propiedades robadas a la Universidad Centroamericana (UCA), han contratado como docente a militantes sandinistas que no tienen ni siquiera una licenciatura.
