Daniel Ortega Rosario Murillo son los principales instigadores del odio contra la Iglesia en Nicaragua y los que han ordenado todas las acciones represivas contra las instituciones religiosas en el país, involucrando a varias instituciones del Estado y por ello, son los perpetradores de «crímenes de lesa humanidad» contra la religión, según el más reciente informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos Sobre Nicaragua (GHREN), de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La actualización del informe, en la segunda fase de investigaciones que realiza el GHREN, es contundente y directa al dedicar un apartado completo para describir cómo Ortega y su mujer, desde el 2018, han sostenido un discurso de odio en los que incitan a la «discriminación, hostilidad y violencia», contra las instituciones religiosas y sus miembros.
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Asimismo, los expertos de la ONU detallan todas las violaciones que, de forma sistemática, intencionada y planificada ha cometido el régimen Ortega-Murillo contra la práctica religiosa en Nicaragua.
Entre las violaciones a la libertad religiosa más recurrentes, documentadas por el GHREN, se cuentan amenazas, hostigamiento, agresiones físicas, detención arbitraria, violaciones del derecho al debido proceso y a un juicio justo, privación arbitraria de la nacionalidad a por los menos 22 religiosos, y violaciones del derecho a la libertad de circulación.
La investigación revela que la dictadura nicaragüense, entre abril de 2018 y marzo de 2024, realizó 73 detenciones arbitrarias a miembros de la Iglesia católica y otras religiones cristianas, de ellas 69 son hombres y 4 mujeres.
«Entre las personas detenidas se encontraban sacerdotes, pastores y miembros de iglesias evangélicas, seminaristas, personas laicas que realizaban trabajo periodístico y/o artístico en defensa de los derechos humanos en organizaciones religiosas y feligreses», dice el informe.
Además, varios pastores evangélicos fueron víctimas de acoso e intimidación por parte de la Policía sandinista. En octubre de 2022, en la Costa Caribe Sur, uniformados amenazaron de muerte a un pastor y le exigieron cerrar el templo, eso después de que las palabras que pronunció durante un sermón fueron malinterpretadas, explica el documento.
Venezuela culminará un accidentado proceso electoral el próximo domingo, 28 de julio, con las votaciones en las que se decidirá sobre la continuidad del dictador venezolano Nicolás Maduro o un giro en favor de la oposición liderada por el candidato Edmundo González bajo el respaldo de María Corina Machado.
El presidente izquierdista de la llamada «potencia suramericana», por ser la economía más grande de la región, Luiz Inácio Lula da Silva, ya dejó claro que se inclina hacia la línea de la democracia y le aconsejó a su homólogo ideológico Maduro que si pierde las elecciones se vaya a su casa.
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Por su lado, el dictador Ortega y su mujer, la vicedictadora Rosario Murillo, hicieron pública una carta enviada a Maduro en la que le expresan su completo apoyo. Morales hizo lo suyo.
«Estamos seguros de que esta será una victoria para todos los pueblos latinoamericanos y caribeños», anticipa el régimen nicaragüense a su par venezolano.
