El expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, presentó una demanda contra la entidad financiera que lo empleó durante un lustro. La querella interpuesta por el banquero es por supuestos daños y perjuicios en su contra, y pide que le compensen con 2,375,810 dólares. La prensa de Honduras tuvo acceso a la demanda presentada por sus representantes legales.
Según los abogados de Mossi, uno de los factores que respaldan la demanda es que el exfuncionario tienen 55 años, y la edad de jubilación es de 65 años (en Honduras) por lo que a Mossi se le están “vulnerando” 10 años de futuros ingresos dentro de la institución o fuera de ella ya que su imagen profesional ha sido dañada.
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Los más de dos millones de dólares que exige el expresidente ejecutivo del órgano centroamericano no incluyen, según la demanda, bonos, premios, regalias y compensasiones por asignaciones durante su gestión. Además, debe incluirse, según los abogados de Mossi, la pérdida de poder adquisitivo del profesional de la economía.
Dante Mossi aduce que el BCIE le “retuvo” 6,000 dólares en prestaciones, la deducción a criterio del BCIE fue hecha por “la revisión al proceso de contratación del servicio de opiniones legales externas”, lo que según Mossi de nacionalidad hondureña, fue ilegal pues la comisión de investigación fue hecha por una dependencia interna.
La demanda de Mossi fue presentada ante el Banco Centroamericano y si es rechazada, los representantes del exbanquero acudirán a la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ), con sede en Nicaragua.
El salario mensual de Mossi en el período de 2018 hasta el 2023 era de 237,581 dólares por lo que debía recibir 325,184.71; sin embargo, se le pagaron 319,184,78 al habersele retenido 6 mil dólares, que según los representantes legales del demandante han causado daños a la moral de Mossi y por lo que ahora plantea la demanda.
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Mossi afirma que su elección fue hecha por la asamblea de gobernadores para un período de cinco años, por lo que según el expresidente ejecutivo, solo ellos estaban facultados para desestimarlo del cargo. Mossi considera su trayectoria «intachable», por lo que acusa al BCIE de dañar su vida profesional y social.
El expresidente ejecutivo no fue reelecto en diciembre pasado al pesar sobre él, las acusaciones de la oposición nicaragüense así como Estados Unidos y la comunidad internacional de apoyar con créditos millonarios a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El BCIE desembolsó al gobierno sandinista unos 3,500 millones de dólares para proyectos de desarrollo, pero también financió proyectos para la Policía del régimen, que desde el 2018 se ha convertido en un órgano represivo, señalado de cometer crímenes de lesa humanidad.