La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) envió una circular para informar a los docentes y administrativos sobre el cambio del lema institucional. La universidad estatal anuncia la eliminación de la expresión «¡A la libertad por la universidad!»,que había acompañado a esa casa de estudios desde tiempos de la dictadura somocista, cuando esta Alma Mater se convirtió en un bastión de resistencia contra aquel otro régimen dinástico.
En lugar de «¡A la libertad por la universidad!», ahora la UNAN-Managua adopta el lema de «¡Universidad del Pueblo y para el Pueblo!», una expresión que identifica más a la institución académica con la propaganda de la nueva dictadura sandinista, el que deberá aparecer en todos los documentos oficiales, a partir del martes, 23 de abril.
La misiva fue dirigida a los titulares de Direcciones, Áreas de Conocimientos, Centros Universitarios Regionales y Centros de investigación. Indica que la «Secretaría General de la UNAN-Managua, en uso de sus atribuciones, por este medio comunica que en sesión ordinaria 19-2024, del 15 de abril de 2024, el Consejo de Dirección» se aprobó la implementación de la nueva frase.
Noticia relacionada: Mined entrega a maestros jubilados diplomas con fotos de Daniel Ortega y Rosario Murillo
Los funcionarios orteguistas, justifican la eliminación del lema pro libertad con el argumento de que «en su momento nos identificó con la lucha por reivindicar nuestros derechos, pero en la actualidad gozamos de un contexto diferente», con lo que confirman el escozor que le produce a la tiranía de los Ortega Murillo que exista, siquiera en consignas institucionales la palabra «libertad».
Y como si no les bastara para exhibir su conducta sumisa al sandinismo, las autoridades de la UNAN-Managua agrega que «gracias a nuestro buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, todos los nicaragüenses gozamos de paz, tranquilidad, de nuestro derecho a la salud y educación gratuita y de calidad».
Una falta de respeto
Al conocer este nuevo cambio, un catedrático que imparte clases en la UNAN-Managua dijo a Artículo 66, bajo condición de anonimato, que esta es «una falta de respeto para la universidad» y un intento del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para «politizar todo aún más».
«Es la misma frase que ellos usaban para promocionar la inauguración de la (Universidad) Casimiro Sotelo. Forma parte de su campaña de querer usar los mismos mensajes que el gobierno impone en las instituciones estatales en la educación», indicó.
El docente afirmó que esto es una demostración del «miedo» que la pareja dictatorial tiene a los universitarios. «No veo la necesidad de cambiar el lema que ha acompañado y representado a la UNAN durante tantos años, pero a ellos (Ortega-Murillo) les aterra tanto el simple hecho de que la palabra «universidad» y «libertad» estén en la misma oración. Les recuerda el poder que tienen los estudiantes con pensamiento crítico, algo que ellos han intentado eliminar de todas las maneras posibles», comentó.
De igual manera, el catedrático advirtió que probablemente haya más cambios «de este tipo» en un futuro. «No van a detenerse hasta tener absolutamente todo bajo su control y que no haya una persona que repita lo que ellos no quieran escuchar», lamentó el profesor.
Noticia relacionada: Bajo el silencio, pero luchando. La historia de los universitarios nicaragüenses que siguen en el país después de abril de 2018
De acuerdo con el sitio web oficial de la UNAN-Managua, «¡A la libertad por la Universidad!» fue frase utilizada por el rector Mariano Fiallos Gil, padre de la autonomía universitaria, en una charla dirigida a un grupo de estudiantes en 1957. El significado de esta frase es «la libertad de cátedra, de pensamiento, y la formación del estudiante como ser humano en ejercicio de sus deberes y derechos de personas libres».
La formación de profesionales en Nicaragua se ha visto comprometida por el régimen orteguista, el cual busca eliminar el pensamiento crítico y la autonomía universitaria. Ante esta situación, la Iniciativa Puentes por los Estudiantes de Nicaragua (Ipen) compartió un pronunciamiento sobre cómo «la educación en el país está bajo ataque».
En el comunicado, la agrupación menciona que «la denuncia de los ataques continuos del régimen autoritario en contra de la educación nicaragüense no ha parado». Según el organismo, el régimen promueve «el adoctrinamiento político y partidario en las instituciones educativas como también lo hace con la pérdida de la autonomía universitaria».
La represión sandinista contra la universidad
Desde que Daniel Ortega regresó al gobierno en el 2007 no ha cesado en su intento de someter a la universidad pero, sobre todo, después de abril de 2018, cuando los jóvenes universitarios encabezaron la rebelión, el FSLN ha acerado su proceso de cooptación, sometimiento y represión contra la comunidad estudiantil y docente.
Tras la toma de las universidades públicas, el sandinismo arremetió con furia contra los estudiantes, particularmente de la UNAN-Managua, donde jóvenes universitarios se habían atrincherado.
El 13 de julio de 2018, el régimen lanzó un operativo armado que mató a dos estudiantes y dejó varios heridos. Más tarde, el FSLN, con la complicidad de las autoridades universitarias y líderes estudiantiles de la sandinista Unión de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), expulsaron a más de 100 estudiantes y a por lo menos una decena de catedráticos que se habían declarado antisandinistas.
A lo largo de los años, la persecución contra los docentes y estudiantes disidentes no ceja. La última víctima del sandinismo es el veterano catedrático Freddy Quezada, uno de los más connotados intelectuales que tuvo la UNAN-Managua en las últimas décadas y que tras su despido de esa universidad por expresar su apoyo a sus estudiantes, mantenía su crítica contra la dictadura a través de sus redes sociales.
El profesor Freddy Quezada permanece encarcelado e incomunicado en las celdas de la cárcel La Modelo, de Tipitapa, y las autoridades universitarias de su antigua casa de estudios guardan el mismo silencio cómplice y sumiso frente a la tiranía de los Ortega Murillo.