La dictadura de Nicaragua mandará a la calle, antes de completar sus respectivas condenas, a 1,500 presos comunes más, que cumplen sus sanciones penales en todos los penitenciarios del país por diferentes delitos graves. La liberación se dará el próximo 19 de abril, el mismo día en que se conmemora el aniversario del levantamiento popular que puso en jaque al régimen Ortega-Murillo en el 2018.
La vicedictadora de Nicaragua y vocera gubernamental, Rosario Murillo, anunció este 11 de abril que, en el marco de lo que llama «celebraciones del mes de la paz», enviarán al régimen de «convivencia familiar» a 1,500 reos comunes.
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«El 19 de abril se estará activando en los centros penitenciarios de todo el país, la vuelta a las familias y a los hogares de 1,500 nicaragüenses, entre (los penales de) Tipitapa, Matagalpa, Granada, Juigalpa, Estelí, León, Chinandega y Bluefields, que reciben el beneficio de convivencia familiar, recuperar sus vidas, trabajar para el bien, trabajar en grande, trabajar para el progreso de sus familias», dijo la vocera de la dictadura.
Los Ortega-Murillo continúan poniendo en libertad a miles de presos comunes antes de cumplir sus respectivas condenas, pese a las advertencias de organizaciones feministas que han señalado que esas excarcelaciones representan un peligro para las víctimas, sobre todo de delitos sexuales y violencia intrafamiliar.
La dictadura mantiene encarcelados injustamente a más de 100 reos de conciencia, entre ellos, 17 mujeres. Todos sufren tratos diferentes al resto de la población penal. Según denuncias conocidas por organismos defensores de derechos humanos, las autoridades penitenciarias les prohíben visitas, les restringen alimentos y les aplican castigos como aislamientos prolongados y privación de atención médica.
Entre 2014 y 2022, el régimen de nicaragüense sacó de prisión antes de cumplir sus penas a 38 mil 540 reos comunes, para un promedio anual de 4,282 excarcelaciones bajo la figura de «convivencia familiar» que la dictadura vende como «perdón presidencial».
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En 2023, Ortega y Murillo ordenaron la libertad, bajo esa misma figura, de 7,500 presos comunes más.
El 2024 inicia con la liberación de los 1,500 anunciados por Murillo, que se enmarcan en el intento del régimen de opacar la conmemoración del sexto aniversario de las protestas sociales iniciadas el 19 de abril de 2018, y que la dictadura aplacó con un saldo de 355 asesinatos, varios miles de heridos y decenas de miles de exiliados, según datos constatados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).