El uso de choques eléctricos, amenazas, golpes, vigilancia constante, negativa de visita familiares, violencia sexual, negativa de medicinas y falta de atención médica, son algunas de las más de 40 torturas a las que son sometidas las personas presas políticas en Nicaragua, según el Observatorio Nicaragüense Contra la Tortura del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Estas prácticas de torturas contra las personas presas políticas, explica el organismo, es como una forma de castigo por su participación en las protestas, o simplemente por ser consideradas opositoras.
Las torturas se ejecutan en 35 centros policiales, ocho centros clandestinos o irregulares de detención y ocho establecimientos penitenciarios a lo largo de estos seis años. Además, se han identificado más de 40 formas o métodos de torturas, entre las principales está la violencia sexual.
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«La violencia sexual es ejercida a través de la desnudez forzada, incluyendo algunos casos toma de fotos y videos a las personas; violación y amenazas de violación; abuso sexual contra las personas presas políticas y sus familiares. La violencia sexual contra las mujeres presas políticas ha sido exponencialmente más grave en virtud del tipo de violencia sexual perpetrado, circunstancia y ensañamiento con que fueron abusados», describió la organización.
Actualmente hay más de 120 personas políticas detenidas en ocho centros penitenciarios alrededor del país. Están confinadas en celdas insalubres y bajo vigilancia constante. También, se han instalado cámaras de seguridad en los pasillos de los galerones y celdas de máxima seguridad donde se encuentran también los reos comunes que comparten celda con los reos políticos.
«La alimentación en centros penitenciarios es deplorable, con alimentos bajos en contenido nutricional y graso, insalubre con restos de insectos como cucarachas; en algunas ocasiones se entrega comida en estado de descomposición o con bicarbonato, lo que les causa diversas molestias», denunció.
Plagas de mosquitos y ácaros
Las personas presas políticas permanecen en una situación constante de hacinamiento o bien bajo aislamiento. El organismo explica que dicha práctica se ha generalizado durante todo el año 2023, lo que ha causado en los detenidos sentimientos de tristeza, inestabilidad emocional y desesperación por no saber nada de sus familiares, principalmente de sus hijos e hijas.
«Las celdas donde están detenidas están infectadas con plagas de mosquitos, sin posibilidad de acceder o mosquiteros, también infectadas de chinches o jelepates, lo que imposibilita un descanso contínuo. Sumado a ello se siguen reportando actos de interrupción de sueño como golpes en las rejas por parte de los custodios, alumbrarles por la noche o bien llegar a amenazar a sus celdas, las cuales generalmente están expuestas a temperaturas extremas que les genera deshidratación que se agrava por el nulo acceso a agua potable que tienen dentro de los penales», destaca.
La organización refiere que la práctica de torturas físicas, luego del destierro de las 222 personas, se ha incrementado volviendo a reportarse actos como choques eléctricos en las plantas de los pies, realizados en el Distrito III en el primer semestre de 2023. Así como constantes golpizas en distritos policiales y centros penitenciarios. Estos golpes son propinados en piernas, ingle, abdomen y brazos.
Producto de estas golpizas, algunas personas ha sido trasladadas a centros hospitalarios sin que sean notificados sus familiares. También, se han incrementado las agresiones verbales y psicológicas ya que, tanto agentes policiales como penitenciarios, constantemente les refieren que se van a podrir en la cárcel, que no los llegan a visitar porque no los quieren y constantes ofensas.
«Persiste la utilización de reos comunes para ejercer violencia contra las personas presas políticas a quienes les han incitado a golpearles, tenerles vigilados, amenazarles e incluso decir que los violarían. En el último semestre de 2023 se registraron dos huelgas de hambre», detalla.
Una se registró el primero de diciembre de 2023 en La Modelo, ese mismo día siete presos políticos fueron engrilletados y trasladados a celdas de máxima seguridad. Los reos políticos permanecieron 11 días sin paquetería ni enseres de aseo personal, posteriormente 300 antimotines entraron a la Galería 16 y pusieron boca abajo a 20 reos políticos y a algunos los golpearon.
Patrones represivos
La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ), un colectivo de abogados nicaragüenses exiliados que defendieron a los presos políticos en años anteriores, ha identificado una serie de patrones represivos contra las personas presas políticas. Entre esas acciones se pueden mencionar allanamientos ilegales, desapariciones forzadas y juicios a través de videollamadas, entre otras.
Entre agosto de 2023 y enero de 2024, la organización documentó que los detenidos ahora son interrogados y torturados en el Sistema Penitenciario, a diferencia del patrón anterior en el que la policía era únicamente la que ejecutaba estos actos represivos. La UDJ identificó una participación coordinada entre interrogadores del Sistema Penitenciario y agentes de la Policía Nacional.
El organismo destaca que existe un agravamiento de las desapariciones forzadas durante el último trimestre de 2023. Uno de los casos más conocidos es el de Broklyn Rivera, un diputado indígena que fue detenido el 29 de septiembre de 2023 y del que se desconoce su paradero.
«… las autoridades han negado dar información sobre el paradero fidedigno de ellos. Se ha impedido toda comunicación entre los detenidos y sus familiares o abogados. De tal manera que no se tiene certeza de sus condiciones de detención, ni constatación de su estado de salud y vida», refiere.
«La Policía Nacional y el Sistema Penitenciario Nacional actúan en coordinación para denegar, de manera deliberada, información del paradero de las personas. En el caso del Poder Judicial, no brinda acceso de los expedientes judiciales de los casos», añade.