El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, asilado desde el siete de febrero en la embajada de Nicaragua en el país canalero, asegura que supuestamente querían asesinarlo en la cárcel. El político arribó este 11 de marzo a los 72 años y se deshizo en «agradecimientos» a la pareja dictatorial nicaragüense y a la embajadora de Daniel Ortega en Panamá, Consuelo Sandoval.
Martinelli sostiene que el asilo político que le regaló la dictadura Ortega Murillo, que fue aprobado de forma exprés, es un «noble y desinteresado gesto» que no olvidará. El exmandatario ha convertido la sede diplomática en su residencia. La amobló y acondicionó con todo lo necesario para instalarse con su mascota. Además, hasta montó un gimnasio y es atendido por su odontólogo. La atención consular a los nicaragüenses está paralizada.
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El expresidente entre 2009 y 2014, condenado a 10 años de cárcel por blanqueo de capitales, afirma que está vivo «de milagro» porque sus abogados le advirtieron de un «complot de odios y envidias políticas» por un «sistema político económico» que pretendía «destruirme físicamente quitándome la vida, fingiendo un suicidio o apuñalamiento en la cárcel de más alta peligrosidad del Sector 3 de la Nueva Joya».
«Hemos llegado a tal nivel de bajeza y odios políticos, nunca antes vistos, que a corto plazo le harán mucho daño al país y se requiere de una constituyente originaria para que lo actuado a mí no le suceda nunca más nadie. En lo que a mí respecta yo pasé la página al no ser rencoroso, pues de verdad me hicieron un favor y los perdono a todos», escribió en su cuenta de X.
Martinelli, además dice que quiere un »juicio o aclaración» donde se ventile nuevamente su caso por corrupción y se «respete la ley» porque su condena por blanqueo de capitales se inició por «el odio de una vil piltrafa humana y sus obedientes serviles, que solo nos reivindicarán cuando lleguemos a la raíz del ‘fruto del árbol podrido’».
«Quiero un juicio imparcial sin jueces ni magistrados ni fiscales parciales… No creo en esta ‘injusticia judicial’ ni menos el la justicia local y la zigzageante justicia electoral. Roguemos a Dios para que todo le salga bien a todos. Hoy soy pero mañana es usted», concluyó.
Martinelli fue inhabilitado por la justicia panameña para correr como candidato presidencial. La Cancillería de Panamá le negó el salvoconducto para abandonar el país rumbo a Managua. El pasado 22 de febrero, una jueza panameña emitió una nueva orden de detención contra el expresidente Ricardo Martinelli.