La guerra emprendida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la fe, desde el 2018, ha dejado como resultado el encarcelamiento de 55 religiosos, de los cuales han desterrando a 44 y la cancelación de por lo menos 381 organizaciones religiosas, denunció este jueves ante la relatoría de Libertad Religiosa o Credo de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
En un encuentro con la relatora especial de Libertad Religiosa, Nazila Ghanea y el representante de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos (OACNUDH) Alberto Brunori, denominado «Ataques a la libertad religiosa en Nicaragua», celebrado en Ginebra, este jueves siete de marzo, la organización defensora expuso los abusos perpetrados por la dictadura contra la religión en Nicaragua.
El colectivo recordó que aún se encuentran encarcelados 11 misioneros evangélicos (de la organización cristiana Puerta de la Montaña). Asimismo destacó que al menos 22 religiosos católicos han sido despojados de la nacionalidad condenándolos a la apatridia, un delito considerado de lesa humanidad.
En un breve informe expuesto ante los funcionarios de la ONU, los defensores de derechos humanos detallaron que de los 381 organizaciones religiosas canceladas por la dictadura, 288 son evangélicas; a esto se suma «la vigilancia permanente en las iglesias y la prohibición de celebraciones religiosas», todo como parte de la represión contra la fe que ejecuta el régimen de Managua.
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«Esta persecución también incluye saqueos y profanaciones de templos», denunció el Colectivo Nicaragua Nunca Más, para luego agregar que esos ataques violentan el derecho de la población de acudir a las iglesias y profesar su fe libremente.
Testimonio de sacerdote: «En Nicaragua no hay libertad de culto»
Como parte de la denuncia ante la Relatoría de Libertad Religiosa, fue presentado el testimonio de un sacerdote que habló bajo el anonimato y dejó claro que en Nicaragua no hay libertad de culto.
«Nicaragua está pasando por una situación muy difícil, con un régimen totalitario que ha secuestrado todos los espacios democráticos», expuso el religioso.
Agregó que los sacerdotes que han quedado en el país están siendo vigilados dentro y fuera de las parroquias. «Esto nunca se había visto en Nicaragua. Los laicos en las comunidades rurales están celebrando la palabra de Dios bajo la vigilancia del Gobierno», denunció el sacerdote.
Asimismo, alertó que, ante la ausencia de sacerdotes, «poco a poco se está viendo impedida la administración de sacramentos en las parroquias. En Nicaragua no hay libertad de culto, con el simple hecho de que hay que pedirle permiso al gobierno para realizar una actividad religiosa y éste a su vez decide si o no, pero sabemos que las han estado prohibiendo», dijo en su testimonio el párroco desde el destierro.
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Por su parte, la defensora Wendy Flores, del Colectivo Nicaragua Nunca Más, destacó que el restablecimiento de la libertad religiosa pasa por el restablecimiento de los estándares democráticos en el país.
El evento de denuncia fue promovido y copatrocinado por las misiones permanentes en Ginebra de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Paraguay, y el Reino Unido e Irlanda del Norte, quienes han mostrado un compromiso internacional en el respeto y defensa de los derechos humanos en Nicaragua.