El cadáver de un séptimo militar que murió ahogado durante un entrenamiento en el Pacífico de México fue localizado este martes mientras autoridades castrenses han detenido al oficial al mando, acusado de desobediencia y abuso de autoridad.
El cuerpo sin vida, portando ropas de campaña, fue localizado en una playa de Ensenada, estado de Baja California (noroeste), donde ocurrió el percance el pasado 20 de febrero.
Un grupo de 11 jóvenes que estaban por integrarse a la Guardia Nacional se vieron involucrados en el incidente. Cuatro sobrevivieron, mientras ya se recuperaron los restos de los siete fallecidos.
El secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, informó este martes en la conferencia de prensa presidencial que fue detenido el director del centro de adiestramiento en el que estaban los jóvenes.
“Se inició (un proceso) por desobediencia” en el marco de la justicia militar y podría ser acusado por la vía civil de abuso de autoridad, dijo el secretario.
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A preguntas de la prensa, Sandoval señaló que se investigan varias hipótesis, entre ellas la de una “novatada”.
Según medios locales que citan a familiares, los jóvenes recibieron la orden de realizar una serie de ejercicios en una zona donde la capitanía de puerto habría advertido de fuerte oleaje.
Durante su mandato, que concluirá el próximo 1 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha ampliado el rol de las fuerzas armadas, a las que ha delegado desde la contención del flujo de migrantes irregulares que viajan a Estados Unidos hasta la construcción de obras de infraestructura y la administración de puertos.
Los militares también cumplen un papel central en la lucha antidrogas desde 2006, cuando fueron involucrados en esa ofensiva por el presidente conservador Felipe Calderón (2006-2012).
Desde entonces, México acumula unos 449.000 homicidios y más de 100.000 desaparecidos, la mayoría atribuidos a acciones del crimen, según cifras oficiales.
