Desde centenares de años atrás, los feligreses católicos participan en la tradicional procesión del viacrucis, actividad religiosa celebrada todos los viernes de la Cuaresma y en donde los fieles católicos recrean la pasión de Cristo en las calles de su ciudad. Sin embargo, a como ha ocurrido en la historia reciente de Nicaragua, la figura del hijo de Dios no saldrá de las iglesias por un año más, debido a las prohibiciones del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Este 16 de febrero, la abogada e investigadora de temas religiosos, Martha Patricia Molina, denunció en sus redes sociales que «ni en tiempos de Cuaresma la dictadura sandinista detiene su odio contra la Iglesia católica». «En este primer viernes de procesión, más de 400 parroquias no podrán realizar su recorrido habitual», detalló la abogada católica.
Según Molina, algunas de las Diócesis del país recibieron un «permiso a medias» de parte de las autoridades sandinistas. Dicha autorización le permitirá al templo que «las procesiones salgan únicamente por ‘la manzana’ en la que está ubicada la iglesia, pero no más allá».
Por su parte, las parroquias del país han invitado a los fieles católicos a participar en las distintas actividades tradicionales del tiempo litúrgico. En sus redes sociales, las iglesias han publicado los horarios para los viacrucis de este primer viernes de la Cuaresma, aunque siempre especifican que la recreación de la pasión de Cristo será realizada «dentro del templo».
En la misma publicación, la abogada denunció que «la mayoría de los padres han sido visitados por agentes policiales y secretarios políticos de la dictadura sandinista, quienes les informaron que ‘no tienen la autorización para salir de los templos’». Aunque dicha advertencia es para los viacrucis, estas «visitas» a los sacerdotes ya habían ocurrido.
«Nada está normal»
El 13 de febrero de 2024, Molina comentó que «aunque parezca que la paz regresó a la Iglesia católica de Nicaragua, no es así». «Distintos policías o miembros de la seguridad del régimen han visitado a múltiples sacerdotes en sus parroquias o en las casas curales», denunció.
Los sacerdotes «visitados» por los agentes represivos del régimen le expresaron a la opositora que «los policías y paramilitares llegan una vez por semana a tomar fotos y vídeos de todo». Según detalló en la publicación, los seguidores del régimen han revisado los libros parroquiales y cualquier documento que consideren de interés, como pueden ser los títulos de propiedades muebles. «Es como que si buscaran armas o bombas», comentó uno de los padres.
Noticia relacionada: ¿El régimen de Nicaragua permitirá procesiones en Semana Santa?, la duda de los católicos
Además, los presbíteros han sido víctimas de amplios interrogatorios, en los cuales se les hicieron preguntas abusivas sobre su orientación sexual o «la cantidad de hombres y mujeres que tienen».
Los agentes del régimen han realizado estas acciones cuando consideran que «no hay presencia de fieles que den fe de estos asedios». Por último, Molina denunció «la presencia de paramilitares y policías vestidos de civil durante las misas u otras actividades que se realizan en lo interno de los templos», cosa que se ha vuelto usual.