Antes del estallido de la crisis sociopolítica de abril de 2018, en Nicaragua se contabilizaban más de 914 mil trabajadores inscritos en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), la cifra más alta según datos oficiales de esta institución.
Tras las protestas que exigían el fin de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, los paros y la respuesta represiva del régimen, la cantidad de empleados se redujo a 818.000, 96.000 cotizantes menos en ese año, como efecto inmediato de la crisis.
Noticia relacionada: Pocos turistas, crisis económica y caros combustibles afectan rentabilidad de taxis en Granada
El desempleo continuó en picada incluso después de ese año. Según el régimen, se logró estabilizar el país con acciones que causaron la muerte de 355 ciudadanos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, que responsabilizó al gobierno de los asesinatos.
Luego del 2018, los cotizantes del seguro social se redujeron a 735.000 y entre 2019 y 2020, la institución de seguridad social cerró con 714.000. «En total, en esos tres años, se perdieron 208 mil empleos formales”, comentó un economista.
La pandemia «remata”
Nicaragua cuenta con una población de 6,73 millones de habitantes, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE). De la población total, el 53,8% lo componen la Población Económicamente Activa, PEA, es decir 3,52 millones de nicaragüenses, están en edad óptima para trabajar. El problema es que no hay empleos.
Las cifras del INSS lo reflejan. La crisis del 2018 dejó con 714.000 cotizantes y esta cifra se mantuvo con pocas variaciones hasta el 2020. Al año siguiente, 2021, la cifra de cotizantes experimentó una ligera recuperación, incrementando a 758 mil, reflejando la integración de 44 mil plazas de trabajo en el mercado laboral nicaragüense.
El economista, que pidió analizar estos datos solo haciéndolo con identidad reservada, señaló que la situación del empleo formal comenzó a mejorar en parte por la aparición de los teletrabajos o trabajos remotos. «Hay que decir que eso ocurrió en plena pandemia de Covid-19, aquí se recupera aproximadamente el 6% de los empleos perdidos, pero es una cifra aún muy baja”, explicó.
Noticia relacionada: ¿Piensa salir del país? Este es el costo de huir de la crisis económica y la represión del régimen Ortega Murillo
En el 2022, los cotizantes subieron a 788.000. «Hay que señalar que las secuelas de la crisis socio-política aún es un factor que ahuyenta a la inversión extranjera, entonces no hay empleos, más una economía deprimida, sumado a una inflación anual alta», señala el economista.
AÑO | TOTAL DE COTIZANTES (empleos formales) |
2017 | 914 cifra en miles |
2018 | 818 cifra en miles |
2019 | 735 cifra en miles |
2020 | 714 cifra en miles |
2021 | 758 cifra en miles |
2022 | 788 cifra en miles |
2023* | 785 cifras en miles (* hasta septiembre) |
A su criterio, esa falta de inversión es el mayor escollo para generar nuevos empleos. «Hasta septiembre de este año, se reportan 785.000 empleados, es decir, aún no se llega a los 914.000 que había antes de esta crisis. Ahora, queda claro que hay miles en el empleo informal y esa es una cifra lamentablemente muy alta”, advierte el economista.