El padre Jessfyr Picado Fuentes, párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en la comunidad La Pita, municipio de El Cuá, de la Diócesis de Jinotega, escapó de ser secuestrado por un dispositivo de la Policía del régimen que pretendía encarcelarlo.
Su paradero es hasta ahora desconocido. La única información que manejan en su comunidad es que salió por «puntos ciegos» y escondiéndose en uno o dos lugares, todo en horas de esta madrugada. Un comunitario simpatizante del régimen inconforme con la persecución lo alertó del secuestro.
«El régimen ya había dispuesto silenciarlo, primero mediante amenazas y asedio, pero al no lograr callar su voz, dieron la orden de atraparlo», dijo un colaborador de la parroquia. El sacerdote Jessfyr Picado Fuentes se suma a la lista de religiosos católicos que han tenido que dejar el país para evitar la cárcel. El prelado servía a la comunidad La Pita y era bastante querido por los habitantes del poblado.
Persecución es feroz
Hasta el cierre de esta nota, el régimen de Daniel Ortega mantiene encarcelados a 13 sacerdotes, entre ellos a un obispo, monseñor Rolando Álvarez, a quien condenó a 26 años y cuatro meses de prisión tras ser declarado culpable en febrero de este año por supuestos delitos políticos.
La dictadura ofreció excarcelar al religioso solo si aceptaba ser desterrado como lo hizo con 222 presos políticos que tenía en sus cárceles. Como se negó, Ortega lo recluyó en el penitenciario Jorge Navarro, conocido como «La Modelo» y ordenó en su contra un juicio exprés, donde lo condenó a puertas cerradas.
Este mes, la administración sandinista se ha ensañado con la Iglesia católica y sus sacerdotes. Sus policías detuvieron a seis sacerdotes pertenecientes a tres diócesis de diferentes localidades. Entre los detenidos figuran Julio Ricardo Norori e Iván Centeno, de la Diócesis de Estelí, y el padre Cristóbal Gadea, de la Diócesis de Jinotega.
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También secuestró al párroco Álvaro Toledo y al sacerdote Yesner Cipriano Pineda Meneses; ambos de la Diócesis de Estelí. A la lista se suma, el cura Ramón Esteban Angulo Reyes, de la Diócesis de Bluefields, en el Caribe Sur de Nicaragua.
Otro destierro
Este fin de semana, se conoció que el régimen le negó la entrada al país al padre William García, quien se encontraba de paseo por Estados Unidos.
El padre García trabajó para la Diócesis de Matagalpa y la de Jinotega. Había viajado al país del norte para realizar diligencias personales, pero al gestionar su vuelo, le informaron que no podía entrar a Nicaragua, confirmó una fuente religiosa al medio Panorama Católico.
Con esta nueva embestida del régimen contra la Diócesis de Jinotega ya son tres los sacerdotes obligados a huir y un sacerdote que permanece secuestrado.
Por: Voces Unidas