La Plataforma de los Pueblos Indígenas y Afrodecendientes (INANA) denunció la detención violenta de cuatro guardabosques indígenas del terriorio Mayagna Sauni As. El hecho se registró el pasado sábado 13 de agosto, durante la madrugada. Seis camionetas de la Policía llegaron a la comunidad de Musawas, Capital de la Nación Sumu-Mayagna Sauni As.
De acuerdo a la denuncia, a las comunidades indígenas llegaron efectivos de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP), de la Policía y del Batallón Ecológico (BECO), del Ejército, a bordo de seis camionetas llenas de antimotines, con técnica canina y detuvieron a los cuatro comunitarios guardabosques, del sector de Kahkah.
«Los efectivos del Ejército y la Policía entraron de manera violenta y agresiva al patio y la casa de los comunitarios Rodrigo Bruno Arcángel, de 48 años; de Víctor Castro, de 20 años, originario de Kibusna; Stony Bruno Smith, de 28 años, originario de Kauhmakwas. También detuvieron a un hijo de del señor Bruno. En la casa del señor Bruno Arcángel, la Policía utilizó la fuerza y dos bombas de gases lacrimógeno, donde estaba toda la familia, incluyendo niños y niñas», dice la denuncia que ha sido publicada en los perfiles de Facebook de las organizaciones indígenas.
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Durante la detención, familiares y testigos señalaron que la Policía sacó de su casa a Rodrigo Bruno, sin ropa y así se lo llevaron.
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En sus denuncias, los comunitarios afirman que los agentes de la Policía, en reuniones privadas, están vinculando a los detenidos con hechos delictivos, señalándolos de ser responsables de ataques a familias mestizas asentadas en el lugar. El comunicado emitido por la organización culmina exigiendo «al Estado de Nicaragua la liberación inmediata de los comunitarios, detenidos de forma ilegal y sin evidencia de supuestos delitos», destacan.
«Reiteramos al Estado de Nicaragua que respeten la integridad física y psicológica de todas las personas indígenas que defienden sus tierras ancestrales» sentenciaron miembros de INANA.
En la conmemoración del Día Internacional de los pueblos Indígenas, desde el exilio denunciaron la violencia que sufren en sus territorios y cómo se ven forzados a exiliarse. Dos guardabosques fueron asesinados el pasado mes de julio, por ello la Organización de Naciones Unidas ha demandado al gobierno de Daniel Ortega el esclarecimiento de estos crímenes.