La vicedictadora de Nicaragua y vocera gubernamental, Rosario Murillo, anunció este jueves que están procediendo a crear embajadas de Nicaragua en la República Popular Democrática de Corea y en Etiopía, en África, y en reciprocidad, esos países también abrirán sus respectivas sedes diplomáticas en la capital nicaragüense. El anuncio se da en medio del cada vez más pronunciado aislamiento internacional de la dictadura Ortega-Murillo.
En su monólogo diario, a través de sus medios de la propaganda, la vocera de la dictadura dijo que recibieron un «hermoso mensaje» de parte de Kim Jong-un, el tirano norcoreano a quien llamó su «hermano». Murillo afirmó que sostuvieron reuniones con un enviado de Jong-un y acordaron crear una embajada en Pionyang, para lo cual ya están solicitando el plácet.
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«Asumimos el compromiso de abrir embajadas, incluso estamos entregando ya la solicitud de plácet para una persona que será embajador residente en Pionyang y ellos (coreanos), en reciprocidad, mandarán aquí también su embajada. Vamos a trabajar juntos, desde esas representaciones políticas, sociales, culturales, diplomáticas, para fortalecer nuestras relaciones», dictó Murillo.
Se van a buscar apoyo en países de África
De igual manera, la vicedictadora anunció que están en un proceso de fortalecimiento de sus relaciones con los países del continente africano y en ese sentido ha solicitado plácet al Gobierno de Etiopía, para nombrar en ese país un embajador, cargo para el que han designado a Mauricio Lautaro Sandino Montes, quien se establecerá en ese país africano apenas se le conceda la aceptación por ese Gobierno.
Murillo reveló que la intención de establecer una embajada en Etiopía es porque ahí está la sede de la Unión Africana, por lo que buscan que Lautaro Sandino se convierte en embajador concurrente para varios países que pertenezcan a la Unión Africana y de esa manera fortalecer sus relaciones con África.
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Murillo anuncia nuevas embajadas en momento en los que el régimen que presiden ella y su marido, Daniel Ortega, sufre un proceso cada vez más pronunciado de aislamiento internacional, tal como quedó evidenciado en la reciente Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en la que la representación de la dictadura se negó a apoyar una resolución de condena contra Rusia por su agresión militar a Ucrania. Nicaragua fue el único país que apoyó la guerra de Vladimir Putin. Ni siquiera sus aliados políticos en la región, Cuba y Venezuela, apoyaron a Rusia.
El dirigente opositor y exreo políticos Juan Sebastián Chamorro, en su cuenta de Twitter, advierte que la dictadura está cada vez más sola, tan sola que se ha visto obligada a buscar relaciones con países de tan «recónditos confines»en el mundo, para sentir apoyo, aunque sea de países pequeños.