El canciller de la dictadura Ortega-Murillo, Denis Moncada, fue enviado a la Cumbre de la Unión Europea (UE) y Comunidad de Estados Latinoamericanos y El Caribe (CELAC) a exhibir la falsedad y cinismo del régimen al leer un pronunciamiento en el que hablan de respeto a la democracia y los derechos humano, aspectos que en Nicaragua la dictadura ha suprimido totalmente. Además, piden «cooperación para el desarrollo» y vuelve a llorar porque le quiten las sanciones.
En el pronunciamiento de 11 puntos, enviado a la Cumbre UE-CELAC, la dictadura insiste en pedir que respeten su soberanía y que no intervengan en sus asuntos internos, pretendiendo que la comunidad internacional calle ante las graves violaciones a los derechos humanos y la demolición de la democracia, que cometen en Nicaragua.
Ortega, a través de su canciller, aseguró ante Europa que las transformaciones justas, necesarias e irreversibles hacia un nuevo orden mundial multipolar, se sustentan en los principios de «justicia, democracia directa, participativa y libertad», priorizando la negociación y el diálogo, mientras en Nicaragua ha suprimido todo intento de oposición, mantiene un estado policial de facto, y en vez de dialogar desnacionalizó y desterró a todos los dirigentes opositores y reprime al pueblo.
Llora para que le levanten las sanciones específicas
La dictadura miente en la Cumbre al asegura que las sanciones específicas que han impuesto la UE y EE.UU. contra sus funcionario e instituciones, involucradas en la represión, afectan a los más pobres y por ello exige que «las nocivas e injustas medidas unilaterales (sanciones) sean suspendidas y se les ponga fin a estas políticas denigrantes y violatorias de todos los Derechos Humanos».
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La carta de Ortega, leída por Moncada, habla de paz y respeto a la soberanía de los estados, y en el mismo cónclave se contradice al declarar su apoyo incondicional a la política guerrerista de Rusia. El estado de Nicaragua se negó apoyar una resolución de condena a la guerra impuesta en Ucrania por su socio político Vladimir Putin.
Ortega se quedó aislado con su cinismo en cumbre UE-CELAC
Para un exdiplomático nicaragüense consultado por Artículo 66, y que habló a condición de anonimato por razones de seguridad, la carta enviada por la dictadura a la Cumbre UE-CELAC, «es la expresión de la falsedad del régimen», porque señala una serie de principios y valores que no representa el Gobierno de Ortega y Murillos, sino que son principios internacionales y valores que constantemente son infringidos y violados.
El exdiplomático tilda de falso al régimen de Ortega y Murillo porque lo que dicen en la carta enviada a la Cumbre lo contradicen con actitudes que representan todo lo contrario.
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«Un país pequeño como Nicaragua tiene que ser un país que debe fundar la defensa de su soberanía en la validez de las normas internacionales y el Gobierno de los Ortega-Murillo lo que ha hecho con toda su política internacional y su apoyo a la agresión de Rusia contra Ucrania es dar la espalda a esos principios», advirtió el exdiplomático.
A la vez recuerda que la dictadura de Nicaragua ha violado el derecho internacional humanitario porque son «autores de delitos de lesa humanidad» y de acuerdos y tratados en materia de derechos humanos y compromisos democráticos.