El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, basó su homilía, desde la Catedral Metropolitana, en la parábola bíblica del sembrador, exhortando a los feligreses a «meditar» en qué «terreno ha caído la palabra de Dios».
«El Señor va distribuyendo la palabra, y qué hermoso que no tiene predilección, sino que va lanzando la semilla y espera que pueda dar fruto (…) y ahí está el corazón de cada uno de nosotros que es el terreno donde cae esa semilla», expresó el jerarca.
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Agregó «lo hermoso que es» cuando la semilla no cae en el camino, en piedras o en espinos, sino que cae en tierra fértil. «El sembrador la deja y regresa y ve cómo va subiendo; y así es la palabra de Dios en nuestro corazón».
«Cristo el Señor lanza su palabra a todos, sin diferencia alguna. Nosotros somos el terreno, pero tenemos que saber qué clase de terreno somos y cómo ha caído esa palabra en nosotros», dijo.
En referencia a la situación actual que vive la Iglesia católica, el religioso aseveró que la palabra de Dios «no va a prosperar en corazones llenos de piedra quemada, porque el mensaje ha caído pero se ha ahogado y se vuelve a quedar en el vacío, sin Dios en el corazón».
«O tal vez somos un terreno lleno de espinas, que la palabra cae, va creciendo pero hay reacciones internas, ahogamos la palabra y la hacemos desaparecer totalmente y allí Cristo Jesús no puede habitar porque lo descartamos», subrayó el cardenal.
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Referente a los «resultados de la palabra de Dios», el arzobispo exhortó a meditar sobre los «frutos, luego que la semilla ha caído en nuestros corazones». a la vez refirió que «los malos frutos pueden dar intriga, calumnias, difamaciones; es un corazón que está podrido, infectado y que no da los frutos que Cristo quiere de nosotros».
«Esos —malos frutos— podemos tener nosotros y llamarnos católicos, así que por los frutos conoceremos al árbol bueno», concluyó la máxima autoridad de la Iglesia católica de Nicaragua, la que ha sido atacada por el régimen de Daniel Ortega que se auto llama «socialista, cristiano y solidario», pero que mantiene a sacerdotes presos y ha acusado a la institución religiosa de lavado de dinero.