La dictadura Ortega Murillo, con su mala política exterior, sus constantes peleas con la comunidad internacional y sus relaciones con estados terroristas, es la única culpable de la derrota que sufrió Nicaragua en el juicio contra Colombia, en el que se pretendía extender la soberanía nicaragüense más allá de las 200 millas náuticas en el Mar Caribe, dicen analistas, luego de conocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dado a conocer este jueves en La Haya.
La CIJ falló, este 13 de julio, en contra de Nicaragua que reclamó, en un juicio instalado por la administración de Daniel Ortega en 2013, extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas que delimitan su frontera marítima con Colombia.
«La Corte concluye que no puede extenderse la plataforma continental que se sobreponga sobre otro Estado», dijo Joan Donoghue, presidenta de la CIJ. Los jueces votaron 13 a favor de Colombia a 4 a favor de Nicaragua.
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Colombia entera celebra su triunfo jurídico en el que, según medios de comunicación de ese país «Colombia ganó todo y Nicaragua perdió todo». El mandatario colombiano Gustavo Petro catalogó de «victoria», el fallo, mientras, en el país centroamericano, los medios de la propaganda oficial resaltan como un «triunfo» que la «Corte Internacional de Justicia reafirmó las 200 millas de Nicaragua». Evidentemente, el régimen pretende hacer creer que Nicaragua ganó algo para no dar su brazo a torcer que en realidad sufrió una derrota.
Opositores en el exilio sí repudian la mala política exterior de la dictadura de Daniel Ortega, a quien responsabilizan por la sentencia del máximo tribunal internacional.
El dirigente de la organización opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) y exreo político Juan Sebastián Chamorro, a través de su cuenta de Twitter, dijo que «el fracaso de esta última demanda de Nicaragua ante Colombia refleja la pobreza de la política exterior de la Dictadura».
Chamorro señala que, pese a que los fallos pasados, en demandas contra Colombia, habían balanceado posiciones de ambas partes, en este caso «no le dieron a Nicaragua nada, lo que refleja lo débil de los argumentos» que alegó la representación de la dictadura en el tribunal internacional.
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Por su parte, el exvicecanciller de Nicaragua y también exreo político desterrado por la dictadura, José Pallais, catalogó el fallo de la CIJ como «derrota» para la diplomacia de Nicaragua.
Pallais explica que la resolución es «totalmente favorable a Colombia» porque niega las pretensiones nicaragüenses de extender su plataforma continental «conforme a la conformación geológica del terreno en el Mar Caribe, según la Convención de Montego Bay, sobre los derechos del mar».
«Es un golpe muy fuerte a los derechos territoriales, marítimos del país», analiza el exvicecanciller. Y agrega que se debe analizar con detenimiento qué peso tuvo en este fallo la «confrontación del régimen de Ortega con la comunidad internacional y sus violaciones al derecho internacional».
En tanto, para el exprecandidato presidencial y exreo político Félix Maradiaga, resulta claro que la demanda de Nicaragua por «nuestra plataforma continental» es legítima, de conformidad con el derecho del Mar, sin embargo, ese derecho «ha quedado debilitado como consecuencia del pésimo manejo de la política exterior de Daniel Ortega».
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El opositor analiza que, a pesar de que se espera que la CIJ actúe con neutralidad técnica, «también se puede inferir que las decisiones geopolíticas desafortunadas de la dictadura, en relación con sus peligrosas amistades como China, Irán y Rusia, han vulnerado la posición ventajosa y jurídicamente sólida de Nicaragua».
«La tiranía de Ortega ha perjudicado los intereses soberanos de los nicaragüenses y se percibe como un riesgo para la seguridad hemisférica. Las estrechas relaciones políticas entre Ortega y los Estados terroristas están teniendo un alto costo para el pueblo nicaragüense», sentencia el dirigente opositor y exreo político.