Productores de leche y agricultores continúan paleando la escasez de la mano de obra y aseguran que esto podría afectar los precios de los lácteos, carne de res, productos perecederos e incluso el café. La migración los esta orillando a hacer uso de la tecnología y la compra de mayor cantidad de insumos para solventar la falta de trabajadores.
En zonas ganaderas como en el municipio de El Ayote, en la Costa Caribe Sur, algunos productores de leche y carne consultados señalan que han tratado de mantener los precios de estos alimentos. Sin embargo, la compra de químicos para el pasto, moto bombas y gasolina que son algunos de los instrumentos que usan para avanzar con menor cantidad de obreros, eleva los costos de producción y esa carga podría trasladarse al consumidor final a corto plazo.
Noticia relacionada: Repollo supera los 100 córdobas y el queso podría subir de precio esta semana, en Nicaragua
«De cuatro trabajadores que teníamos, ahora solo nos queda uno, por que todos se fueron» señala un ganadero consultado. Destaca que los pocos hombres que quedan y se dedicaban a las labores del campo ahora viven de las remesas, por lo que abandonaron los puestos en las fincas.
«Yo creo que las remesas son un negocio bueno para el gobierno, pero las consecuencias las pagamos los que nos quedamos… Los insumos están cada vez más caros», señala el agricultor. Agrega que el temor no solo lo sufren en este sector. Los caficultores también temen no tener el recurso humanos necesario para la temporada de corte de café.
Falta de lluvia, otro factor para el alza de perecederos y lácteos
La falta de lluvia en algunas zonas productivas del país se suma a la posibilidad de perder la cosecha. Algunos agricultores compartieron a este medio que optaron por no arriesgar su capital en la siembra de perecederos. De ahí el desabastecimiento y altos precios de verduras como el repollo, cuyo valor supera los 100 córdobas en diversas partes del país.
Sin embargo, señalan que hasta la fecha los precios de la carne y lácteos se mantienen. «Esta semana el queso debió bajar de precio porque los intermediarios nos pagaron a nosotros 30 córdobas por la libra de queso y en los mercados se mantuvo el precio», destacó un productor.