Un pueblo en el noroeste de Francia donde un jubilado holandés supuestamente mató a tiros a una niña británica de 11 años e hirió gravemente a sus dos padres estaba conmocionado el lunes por la violencia “abominable”.
“Es una tragedia”, dijo Kim McKanney, de 64 años, una jubilada británica con su caniche a unos cientos de metros de la escena del crimen.
“Estoy conmocionada y molesta de que una familia se haya visto afectada de esta manera y un niño asesinado en un pequeño pueblo que es tan tranquilo, pacífico y amigable”, agregó, al borde de las lágrimas, aunque no conocía a las víctimas.
“Puedes esperarlo en una ciudad, pero no aquí”.
Sentado en las colinas de Monts d’Aree en el oeste de Bretaña, la aldea aislada de Plonevez-du-Faou había sido el hogar de la familia británica desde 2019.
El padre, Adrien T., comenzó a limpiar la vegetación y los escombros de su terreno, que anteriormente era el sitio de un aserradero, provocando la ira de la pareja vecina de 70 y 69 años conocida localmente como “los belgas”, aunque los fiscales dicen que tenían nacionalidad holandesa. .
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Con los vecinos molestos por el ruido de la motosierra de Adrien y por el hecho de que su casa ahora era visible desde la carretera, el ayuntamiento intervino inicialmente para mediar.
“Podíamos ver que (el vecino) se quejaba, pero no había nada alarmante” sobre la disputa, dijo la alcaldesa Marguerite Bleuzen.
“Era la tierra (de Adrien), él puede hacer lo que quiera con ella”.
– ‘Totalmente salvaje’ –
Aparte de las fricciones con sus vecinos, la familia británica rápidamente echó raíces en su pueblo y envió a sus hijas a escuelas cercanas.
Descrita como “una persona encantadora”, la madre trabajaba como cuidadora de ancianos en el hogar.
La familia también ayudó a organizar fiestas en la aldea, e incluso permitió a los visitantes estacionar en su terreno.
“Son muy amables, muy amables, siempre dispuestos a ayudar”, dijo un vecino cercano de unos 80 años que pidió no ser identificado.
Dibujó un contraste entre la familia y el presunto tirador, a quien dijo que “nunca había visto cara a cara” desde que la pareja llegó en 2017.
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“Nunca los vimos. Ningún contacto, nada de nada”, agregó el anciano, quien dijo que “aquí nunca ha pasado nada” en todos los años desde que llegó en 1948.
“Nadie conocía” al sospechoso, estuvo de acuerdo el alcalde Bleuzen, quien describió su apariencia cuando fue arrestado como “un tipo pequeño con cabello largo y blanco, barba larga y un aspecto completamente salvaje”.
“¿Qué diablos podría haber estado pasando por su cabeza?” Ella se preguntó.
Los múltiples tiroteos del sábado fueron “espantosos, abominables”, dijo una residente local mientras dejaba rosas blancas en el umbral de la casa de la familia británica.
La niña asesinada “tenía la misma edad que mi nieto, estoy realmente conmovida. ¿Quién no lo estaría?” agregó, ella misma pareciendo estar al borde de las lágrimas.
Una fuente cercana a la investigación dijo a la AFP que se había encontrado una gran cantidad de cannabis en la casa del sospechoso cuando la policía la registró.
Los fiscales de la cercana ciudad de Brest darán una conferencia de prensa más tarde el lunes.