Dos países muy parecidos, con dictadores similares: Nicaragua y Bielorrusia. El primero lo encabeza Daniel Ortega, eterno aliado de Rusia, Cuba y Venezuela; y por el otro lado está Alexander Lukashenko, una pieza clave para Vladimir Putin al invadir Ucrania a finales de febrero de 2022.
Estos dos regímenes, caracterizados por el autoritarismo, la imposición de un cabecilla eterno al frente de su administración, violaciones a los derechos humanos, quienes coartan la libertad de expresión, de prensa y aniquilan a la oposición; actualmente están afianzando relaciones, que para algunos podrían convertirse en un vínculo peligroso que solo persigue enviar un mensaje a Washington.
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El dictador Ortega recientemente decidió enviar una comitiva a Bielorrusia, que hasta se reunió con el propio Lukashenko, íntimo amigo de Putin.
El grupo lo encabezó el canciller Denis Moncada Colindres, Laureano Ortega, asesor para Inversiones e hijo de la pareja presidencial; y el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta; los dos últimos con sanciones internacionales.
El exdiputado liberal, analista político y desnacionalizado por el orteguismo, Eliseo Núñez Morales, considera que el objetivo real con esa cercanía es que la dictadura sueña con convertirse en un problema de seguridad nacional para Estados Unidos.
Entre los acuerdos se establecieron la adquisición de buses y maquinarias de construcción y Moncada aseguró que Minsk tiene interés en participar en el proyecto del canal interoceánico, una promesa fallida desde 2014 del régimen nicaragüense.
Dos sacerdotes, que pertenecen a la Diócesis de Estelí, son las nuevas víctimas del régimen orteguista, quien emplea a la Policía y a la justicia para continuar con su persecución a la Iglesia católica.
La Policía decretó arresto domiciliario contra el sacerdote Pastor Eugenio Rodríguez Benavides, párroco de la Parroquia Divina Providencia, de Jalapa, y el padre Leonardo Guevara Gutiérrez, párroco de Catedral de Estelí. Ambos fueron «requeridos» por supuestamente estar “bajo un proceso de investigación policial” por asuntos administrativos vinculados con Cáritas. Antes fueron sustraídos de sus recintos y trasladados a Managua.
La administración Ortega-Murillo recordó que el próximo martes, 30 de mayo, es día feriado nacional con goce de salario. En esa fecha se conmemora en el país el Día de las Madres, normativa que entró en vigor desde el 18 de mayo de 2022 a través de la aprobación de una ley que declara el Día de la Madre feriado nacional.
Ese día, desde 2018, también se recuerda la masacre ejecutada en la madre de todas las marchas, donde el aparato represivo de Ortega disparó en una de las manifestaciones más multitudinarias registradas en Nicaragua contra ciudadanos que salieron a solidarizarse con las mujeres que desde el inicio de las protestas de abril de 2018 perdieron a sus hijos producto de las balas del orteguismo.
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El saldo de víctimas mortales ese 30 de mayo fue de 19, por lo cual ahora se asume con una fecha de luto nacional.
El Ministerio de Salud informó que entre el 16 al 23 de mayo hubo 13 casos nuevos de pacientes con COVID-19, con lo cual asumen que 15,729 personas se han contagiado del virus desde que reportaron el primer caso en marzo de 2020. Esa estadística es cuestionada por médicos nicaragüenses independientes que aseguran que el SARS COV 2 se cobró la vida de al menos 34 mil nacionales. El Minsa, según denuncias, ocultó la realidad de la pandemia.