El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Kevin Sullivan, grabó un emotivo mensaje de despedida de su misión como diplomático del gobierno norteamericano en Managua. Sullivan rememoró los sitios que conoció y destacó la cultura del nicaragüense.
Además, recordó la ayuda que su país ha brindado al pueblo de Nicaragua en momento difíciles como los huracanes Eta e Iota en 2019, la pandemia del Covid-19 y la donación de más de 2 millones de vacunas para combatir la pandemia.
También aseguró que Estados Unidos apoyó el diálogo político entre la oposición y el régimen sandinista a causa de las protestas sociales de 2018 y calificó de «brutal represión» la arremetida estatal contra las protestas sociales, pero que Nicaragua se convertirá en un país «vibrante e inclusivo».
Noticia relacionada: La era del embajador Kevin Sullivan: El gallopinto, la crisis política y los 222 desterrados
Artículo 66 les comparte la transcripción del mensaje de despedida del embajador de Estados Unidos en Managua, Kevin Sullivan:
Después de cuatro años y medios ha llegado el momento en que mi familia y yo tenemos que decirle adiós a Nicaragua. Hemos disfrutado muchísimo conocer a tantos de ustedes estudiantes, maestros, pequeños y grandes empresarios, campesinos y obreros, artistas y técnicos, religiosos y periodistas participando en intercambios, emprendimientos, investigaciones, exportaciones, viajes y talleres. Tantos sueños, tantos esfuerzos que tratamos de apoyar.
Conocer Nicaragua
También nos encantó conocer casi cada rincón de este increíble país. Siempre guardaremos en nuestra memoria los pueblos bulliciosos del norte: Estelí, Matagalpa, Jinotega, enclavados en las místicas cordilleras. Y las coloridas comunidades en la Costa Caribe cuya rica diversidad cultural deja una impresión única. Igualmente vamos a recordar nuestras visitas a las emblemáticas ciudades de Granada, León y Chinandega, cada una con su particular legado histórico y gracia natural enmarcadas por las iglesias volcanes que tanto caracterizan la identidad nicaragüense.
Y la extensa ciudad de Managua con su animosa energía e inconfundibles monumentos ahora llenos de memoria de todo tipo. Y, por supuesto, vamos a añorar las espléndidas de la costa pacífica y la impresionante arribada de tortugas que vimos en familia. Hemos vivido muchas cosas juntos en los últimos años.
Ayuda humanitaria
Me sentí especialmente orgulloso de la forma en que los Estados Unidos a las necesidades de Nicaragua tras el paso de dos huracanes de categoría cuatro que azotaron el país en poco más de una semana en 2019. La ayuda que proveímos, fortaleció las comunidades muy vulnerables.
Después vino una pandemia que tuvo consecuencias tanto en Nicaragua, como en los Estados Unidos y durante la cual brindamos la información más clara posible sobre los peligros del virus. También aportamos millones de vacunas gratuitas, junto con otra ayuda para el cuidado y prevención.
Crisis sociopolítica
Recuerdo también cómo apoyamos el diálogo político que reunió a diversos líderes con un propósito noble y que ofreció grandes esperanzas para el país… pero que se interrumpió demasiado temprano. La brutal represión que ocurrió, tanto antes como después, ha dejado profundas cicatrices, las cuales deberían ser sanadas para que Nicaragua pueda convertirse en el país vibrante e inclusivo que está destinado a ser.
Y, por supuesto, vivirá en nuestra memoria la dramática liberación, el nueve de febrero de este año (2023) de 222 personas detenidas injustamente, la cual nos sentimos muy contentos de haber facilitado. Esa operación demostró nuestro profundo compromiso con el bienestar y las legítimas aspiraciones de todos los nicaragüenses de vivir en libertad.
La llegada de su hijo
Como familia, también hemos vivido muchas cosas en los últimos cuatro años, pero la llegada de Santiago, «el gallopintero», fue sin duda el evento más importante. Con el amo y apoyo de muchos amigos nicaragüenses y maestros, y por supuesto muchos frijoles, nuestro bebé nacido en tiempo de pandemia ha crecido hasta convertirse en un “chavalo” de tres años, feliz y saludable.
Santi ha llegado a amar tanto a los nicas como su gastronomía. Estoy seguro que él, al igual que nosotros, se llevara consigo mucho de Nicaragua en su corazón. En estos momentos en que Mari, Santi y yo nos preparamos para regresar a nuestro hogar en Washington, les enviamos nuestros mejores deseos y profundo agradecimiento a todas las familias nicaragüenses por su apoyo y su amistad.
Como dijo el ícono del béisbol estadunidense Yogi Berra: “es difícil hacer predicciones, ¡especialmente sobre el futuro! Pero los tendremos siempre presentes en nuestros corazones y oraciones. Tengo la seguridad que nos veremos nuevamente en los próximos años. ¡Hasta pronto!