Desde que Daniel Ortega se sentó en la silla presidencial de Nicaragua se ha encargado de contar una «realidad paralela» de lo que sucede en el país. Fue Rosario Murillo la encargada de diseñar la estrategia de «comunicación incontaminada» y aplastar a los medios de prensa.
Desde 2018, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), el ente estatal que regula las licencias de operación y transmisión de los medios radiales y televisivos, se ha ordenado el cierre de los espacios informativos.
Telcor es el brazo de la censura del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la prensa independiente. Además, ha otorgado a su gusto y antojo los permisos de operación y frecuencia a sus hijos y allegados, forjando así un emporio comunicacional.
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Daniel Ortega y Rosario Murillo convirtieron a sus hijos en empresarios de medios de comunicación. Juan Carlos, Camila, Luciana, Laureano, Daniel Edmundo y Rafael son propietarios de un conglomerado de estaciones de radio, televisión y páginas web que incluye a los canales 2, 4, 8, 13, 22 y el estatal Canal 6; además de una cadena de radios, el oficialista 19 Digital y una serie de sitios en línea que abarrotan de «noticias» las redes sociales.
La «estrategia» de Murillo
El periodista exiliado Sergio Marín, director de La Mesa Redonda, afirma que en el cargo que le fue creado a Murillo se le dotó de «abundantes recursos» para que le comprara canales de televisión a sus hijos, hizo una reedición del antiguo diario Barricada que llamó «El 19», pero este último no cuajó aunque era gratuito. «Ella se refugió en lo digital y ahí nació El 19 Digital», recuerda.
Tras ese fallido periódico y su paso a lo digital, Murillo inició con la adquisición de canales de televisión y aumentar su poder en las radios de los departamentos, según el periodista.
«Ella decía que toda información era contaminada y que, para contrarrestar esa contaminación, es decir, los ejes de comunicación, propaganda y comunicación emanaban directamente de ella, de su estructura, en una forma piramidal bajaban a los medios de comunicación, que ya convirtió en un gran emporio de canales, radios y plataformas web», destacó.
La imposición de su narrativa
El comunicador asegura que Murillo inició el hostigamiento a los medios impresos como el extinto El Nuevo Diario y La Prensa porque era el único formato que no había podido controlar. A los medios de comunicación televisivos que no eran de su propiedad, dice Marín, los castigó al no asignarles ningún tipo de publicidad que los asfixió.
«Siempre ha sido un afán de estos gobierno totalitarios ejercer control sobre los medios de comunicación para contar su narrativa: se autollaman un buen gobierno y lo repiten en todo momento», manifestó.
Marín asegura que pese a todo el engranaje mediático que poseen «la gente no es tonta» y tuvo alternativas de información, que desde el 2007 en adelante han usado las redes sociales para informarse, para contrarrestar el discurso oficial.
«Rosario Murillo, por más medios que tenga, no ha podido instalar en la conciencia nacional su narrativa. Por ejemplo: el “golpe de Estado” está totalmente desfasado, en cuanto a que sea asumido por las mayorías. Solo los fanáticos y seguidores del orteguismo lo asumen. Esa batalla la está perdiendo», indicó.
Marín explicó que Telcor ejerce «chantaje» a los medios de comunicación que no son parte del «enjambre propagandístico» con la renovación de las licencias. Estos son amenazados con la clausura si publican (noticias sobre) la situación del país y no siguen el discurso oficial del «grupo mafioso» en el poder.
La granja de troles
En noviembre de 2021, la empresa Meta eliminó 937 cuentas de Facebook, 363 de Instagram, 140 páginas y 24 grupos operados por el régimen de Daniel Ortega, Rosario Murillo y el partido FSLN.
La compañía lo denominó «la granja de troles», que operaba en el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor).
Según el informe de Meta, dichas cuentas eran usadas por la dictadura de Daniel Ortega para «manipular el debate público y atacar a la oposición». La granja de troles sandinistas era una red que estaba cargo de personas, principalmente empleados de Telcor que laboraban desde las oficinas centrales de la institución en Managua.
Ben Nimmo, líder global de Inteligencia para Operaciones de Influencia de Meta, dijo en ese momento que esos grupos fomentaban la manipulación del debate público en lo que fue realmente una operación cruzada del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Meta explicó que las cuentas eliminadas acumulaban un total de 585 mil seguidores a una o más de estas páginas, unas 74 mil 500 cuentas se unieron a uno o más de los 24 grupos eliminados y alrededor de 125 mil cuentas siguieron una o más de los 363 perfiles de Instagram suspendidos.
Las sanciones a Telcor, el censor estatal
El 10 de enero de 2022, mientras Ortega se preparaba para jurar por un nuevo mandato en la silla presidencial, Estados Unidos y la Unión Europea designaron sanciones contra el «verdugo» de los medios de comunicación independientes.
Ambos países afirman que Telcor ha sido empleado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo para «silenciar a los medios de comunicación independientes» a raíz de la crisis sociopolítica de 2018 y por ese motivo fue sancionado.
Además, mencionan que ha dirigido y realizado actividades de «vigilancia» a la sociedad civil y la oposición democrática. La UE y EE. UU. coincidieron que Telcor fue usado por la dictadura de Nicaragua durante la campaña electoral de las votaciones generales del siete de noviembre de 2021.