Nicaragüenses que radican en Miami, Estados Unidos, organizaron ayer, 16 de abril, una manifestación para conmemorar los cinco años de lucha cívica, demandar justicia y democracia para Nicaragua, y por la libertad de los presos políticos que todavía languidecen en las cárceles de la dictadura.
En la llamada marcha de «Las Cruces», participaron madres de las víctimas de abril 2018, excarcelados políticos, líderes opositores, activistas y defensores de derechos humanos. La actividad se realizó en honor a las víctimas de la violencia de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Los opositores se vistieron con los colores azul y blanco de la bandera de Nicaragua, y además explicaron que la movilización era una muestra de solidaridad con las madres de abril, aquellas mujeres que perdieron a sus hijos durante las protestas del 2018.
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Los manifestantes iniciaron el recorrido desde la Iglesia Santa Agatha en Miami hasta la plaza Rubén Darío. Llevaron fotografías de los nicaragüenses asesinados, así como cruces con sus nombres, imágenes de los presos políticos cautivos en los diferentes sistemas penitenciarios del régimen y banderas de Nicaragua y de la Iglesia católica.
A la marcha, organizada por el llamado Tranque de Miami, asistieron los exreos políticos como Edwin Carcache, Irlanda Jerez y nicaraguenses desterrados como Lesther Alemán, Yubrank Suazo, Félix Maradiaga entre otros opositores.
Elizabeth Velazquez, madre de Josué Israel Mujica asesinado el ocho de julio durante la «Operación Limpieza» en Diriamba, Carazo, aseguró que continúan exigiendo «justicia, las madres no nos rendimos».
Por su parte, Yader Vázquez, padre del joven Gerald Vázquez, asesinado por paramilitares en la iglesia Divina Misericordia, en Managua, detalló que «mi familia está pidiendo justicia».
Además, monseñor Silvio Báez, tras la misa que ofició en memoria de las víctimas de abril, sostuvo que «la experiencia desde abril 2018, no la debemos de olvidar. No solo porque significó un hito histórico que partió la historia de Nicaragua para siempre, sino también porque en abril de 2018 se creó un tipo de convivencia que tiene que volverse modelo para un futuro, ahí desaparecieron colores políticos, ahí no hubo ideologías excluyentes, nadie se peleó con nadie, ahí todos pensamos en Nicaragua por eso creo que el espíritu de abril debe permanecer para el futuro».
«Nicaragua va a ser mejor y va a ser distinta solo si seguimos fieles al espíritu que a todos nos unió en abril de 2018», remarcó el obispo nicaragüense.
Este próximo 18 abril, se cumplen cinco años del estallido de abril. Los familiares de los asesinados en las protestas sociales siguen demandando justicia, pero más bien son objeto de asedio, hostigamiento y amenazados con cárcel que a muchos ha obligado al exilio.
El régimen de Ortega y Murillo mantiene a más de 50 nicaragüenses encarcelados por oponerse a su gobierno dictatorial. Los opositores son objeto de torturas, aislamiento y malos tratos en las cárceles del país.