Tras más de un mes del destierro hacia Estados Unidos de 222 excarcelados políticos nicaragüenses, la mayoría sigue sin poder trabajar y estabilizarse en el país norteamericano, así lo expresaron algunos de los opositores consultados por Artículo 66.
La mayoría aducen que han logrado sobrevivir gracias a la caridad de otras personas, y que tienen la esperanza de que pronto su situación legal mejorará para poder apoyar a sus familiares que están en Nicaragua.
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Para el exreo político Carlos Bonilla, conocido como «El conejo», adaptarse a otro tipo de vida no ha sido fácil «y peor en las condiciones que nos encontrábamos nosotros —los exrehenes políticos—».
En cuanto a su situación legal, indicó que él y otros opositores desterrados están haciendo el debido procedimiento para recibir el permiso laboral y así poder buscar un empleo. «En mi caso y el de otros tres amigos que estábamos presos, actualmente estamos en una casa con una señora que nos está ayudando con la comida y el techo», detalló.
«La situación es muy difícil, y hablo no solo por mí, sino muchos exreos políticos que estamos aquí —en Estados Unidos— y no lo pedimos, sino que se nos desterró de nuestra tierra, pero ahora ya estamos aquí trabajaremos para salir adelante y sacar a esa dictadura —de Daniel Ortega—», agregó Bonilla.
La misma situación atraviesa la exrea política originaria de Masaya Julia Hernández quien hasta la fecha no está trabajando por falta del permiso laboral. «No podemos decir que estamos bien porque estamos en un país que no conocemos, sin trabajo y no podemos estar con nuestros familiares», dijo.
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«Mientras a nosotros no nos den el permiso de trabajo, seguimos en una situación dura, porque luego de estar detenidas, aquí no conocemos a nadie, no podemos salir libremente y por mi parte sigo sintiéndome presa», refirió.
Actualmente, Hernández, de 34 años, vive con otras personas que asumen parte de sus gastos para poderla apoyar, sin embargo no pierde la esperanza para poder salir adelante.
Por su parte, el exreo político de Monimbó Danny García afirmó que poco a poco se ha ido adaptando al «enorme cambio que hemos sufrido de la noche a la mañana (…) Todavía cuesta adaptarse a este sistema y más cuando jamás habíamos salido de Nicaragua, y ahora estar en un país de primer mundo tenemos que afrontar esta situación en el nombre de Dios».
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Asimismo, subrayó que al igual que los otros presos políticos está a la espera de que se le pueda resolver su situación legal para poder trabajar, «y con la vivienda hemos podido resolver con amistades».
García está viviendo con otros cinco exrehenes políticos, cuatro de Masaya y uno de Managua. Asegura que su libertad es «una bendición de Dios», a pesar que está lejos de su familia.
Otro excarcelado políticos, quien prefirió el anonimato, aseveró que actualmente vive de la caridad, pero afirma que poco a poco se va avanzando en legalización en Estados Unidos. «Ya nos han tomado las huellas y eso es un gran avance para el permiso de trabajo», destacó.
«Le damos la gracias al Gobierno de Estados Unidos, pero pasamos muchas necesidades, pero sin documentos es difícil trabajar y tal vez se puede trabajar ilegal, pero se corre el riesgo de que no nos paguen», expresó.
Sin partida de nacimiento para sus hijos
En cuanto la situación de los familiares de los exreos políticos desterrados que aún están en Nicaragua, los entrevistados denunciaron que siguen los abusos de las autoridades nacionales, dándoles —largas— para entregarles la partidas de nacimientos de sus hijos.
«La situación legal en Nicaragua es horrible porque a muchos se nos está negando el trámite de la partida de nacimiento y otros documentos legales, por varios días mis familiares han ido a solicitarla trámite porque aducen que tiene que venir el papá o la mamá, pero ¿Cómo puedo ir yo si estoy en Estados Unidos», denunció la exrea política Julia Hernández.
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«Mi papá fue a hacernos el favor, pero las autoridades del registro le dijeron que no podían entregársela porque su cédula está vencida, lo cual es falso porque la cédula aún esta vigente», agregó.
Esta situación la exrea de a dictadura la considera arbitraria, porque asegura que muchos hijos de opositores desterrados se les está quitando el apellido. «Con esto el presidente Daniel Ortega les esté quitando a nuestros hijos el derecho de tener padres, porque los quieren dejar con indefensión legal».
Por su parte, Danny García explicó que aún no ha solicitado la partida de nacimiento actualizada para su hijo, pero cree que ya la dictadura de Daniel Ortega ya le quitó de forma arbitraria el apellido a sus hijos.
«Creo que todo esto va a cambiar y así como Dios nos dio la libertad, cambiará toda esta situación adversas. Daniel Ortega arrecia su represión porque se siente más acorralado y es necesario que la gente o haga común la represión y sigamos luchando por la libertad de Nicaragua», recalcó.
A pesar de las adversidades que atraviesan los exreos políticos desterrados afirman que siguen firmes en su convicción por la libertad de Nicaragua y por los más de 30 presos políticos que aún continúan presos en las diferentes cárceles del país.