«No hay liberación social auténtica cuando reproducimos las antiguas estructuras opresoras», manifestó el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, durante su homilía de este domingo, 12 de marzo.
En la misa celebrada en la iglesia Saint Agatha en Miami, Estados Unidos, monseñor señaló que los líderes «creyentes», «deberían dejarse iluminar por Dios para guiar y servir a la gente», despojarse de ambiciones y rivalidades, y ser responsables.
El mensaje lo envió al reflexionar sobre el paso de los israelitas por el desierto, comparando lo que vivió Israel con los pueblos oprimidos hoy en día.
«Los israelitas sedientos en el desierto habían olvidado las grandes obras de Dios al sacarlos de Egipto y llegaron hasta a dudar de la buena voluntad de Dios y de Moisés», refirió Báez.
De tal manera que los actuales pueblos oprimidos también podrían «perder la perspectiva», dudar y hasta llegar a pensar que todo ha sido «inútil».
«Moisés le dice a Dios que el pueblo ha estado a punto de apedrearlo. Pero, ¿cómo? ¿No es este el pueblo liberado de la esclavitud del Faraón? ¿No había quedado atrás el Faraón, uno de los “guarangos” tiranos de la antigüedad, precursor de los tiranos “guarangos” y criminales de hoy?», cuestionó monseñor, utilizando el término coloquial argentino que el papa Francisco usó para describir al régimen de Daniel Ortega.
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Explicó que la violencia interior que llevaban los israelitas en ese entonces, los hacía esclavos por dentro porque habían aprendido, sin darse cuenta, del Faraón.
Por tanto, «no basta liberarse del faraón», dijo el obispo exiliado.
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«Queremos un país libre, aprendamos desde ahora a ser responsables. No hay libertad sin responsabilidad. Nunca seremos libres si somos esclavos de ambiciones, mentiras, rivalidades y agresividad. Hay que ser responsables. No seremos libres, mientras llevemos al faraón dentro», sostuvo.
«Un buen líder no se molesta ante la crítica, no restringe nunca las libertades para evitar ser criticado, tampoco reprime ni toma represalias ni obliga a que todos piensen y se expresan igual. Y un líder auténtico no se quiebra ante los problemas, sigue al lado del pueblo», agregó Báez.
Finalizó la homilía invitando a los ciudadanos y dirigentes a no desfallecer ante las dificultades, buscar el bien común, procurar el diálogo humilde, la unidad, y mantener la esperanza.