El régimen de Daniel Ortega realizó esta tarde la inauguración de un «espacio de estudio» perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma (UNAN Managua), en las instalaciones que le pertenecían a la Organización de Estados Americanos (OEA), ubicadas en Managua.
La nueva ocupación lleva por nombre «Casa de la Soberanía, Padre Miguel D’ Escoto Brockmann» que servirá como «una casa de investigación para facilitar el estudio y análisis de la realidad nacional e internacional», afirmó el canciller Denis Moncada, quien formó parte de la inauguración del centro.
Noticia relacionada: Dictadura entrega edificio que ocupaba la OEA a la UNAN
«Recordamos al Padre Miguel D’Escoto con cariño, admiración, respeto, gratitud, fraternidad y disposición militante en lucha consciente y nuevas victorias, fortaleciendo nuestra libertad, seguridad soberana, solidaridad internacional y la paz», añadió Moncada.
«La casa de la soberanía se constituye como un centro en su campo y formación integral con un alto sentido de la tarea histórica, que le corresponde asumir para aportar al proyecto de equidad y justicia social que demandan los pueblos de nuestra América, comprometidos y comprometidas para que por esta casa pasen miles y miles de personas de todas las edades, deseosas de conocer y aportar al pensamiento revolucionario», expresó la presidenta del Consejo Nacional de Universidades (CNU), Ramona Rodríguez.
La propiedad, ubicada en las afueras de Managua, permanecía bajo custodia policial desde el 24 de abril pasado, cuando el Gobierno de Ortega anunció la expulsión del país de la delegación de la OEA. La organización rentaba a unos particulares su oficina en Managua, que fue declarado de utilidad pública por el Estado nicaragüense.
Los miembros del organismo regional condenaron de forma unánime en su momento la ocupación del inmueble en Managua. Nicaragua anunció el 24 de abril pasado su decisión de retirar las credenciales de sus representantes ante la OEA, así como el cierre de las oficinas de ese organismo en Managua.
Esa decisión vino tres días después de que el Consejo Permanente de la OEA, con la ausencia de Nicaragua, aprobara suspender a Rusia, su aliado, como observador permanente, en castigo por la invasión a Ucrania y en una apuesta por aislar aún más a Moscú en el plano internacional.
Ese día Nicaragua ratificó su «invariable decisión» de abandonar la OEA, una medida adoptada desde el 19 de noviembre de 2021 y que tardará dos años en ser efectiva, es decir hasta noviembre de 2023.