El analista en temas de seguridad y periodista Roberto Orozco Betancourt tuvo que salir de su casa en Bilwi, Caribe Norte del país, tras más de cuatro años de permanecer en esa ciudad, donde se había establecido con su familia, retirado de los medios de comunicación y de sus labores, para evitar ser blanco de la persecución política del gobierno de Nicaragua.
Orozco era hasta el 2020 una de las voces más respetadas en temas de seguridad y crimen organizado y con frecuencia era consultado por los medios de comunicación del país. Sin embargo, por los riesgos políticos que se han intensificado desde el 2018, el especialista decidió «bajar el perfil».
«Yo me había establecido en Bilwi con mi familia, para estar tranquilo, no opinaba sobre los temas que yo conozco, precisamente, para no tener problemas, pero desde diciembre de 2022 empecé a sufrir acoso policial. Me ponían patrullas con agentes DOEP (efectivos de la Dirección de Operaciones Especiales) cerca de la casa y más recientemente intentaron allanarme la casa en dos ocasiones», narró Orozco a Artículo 66.
Según el investigador, «varios fuentes mías con las que yo he hablado desde hace muchos años y que están en Plaza El Sol (la sede central de la Policía en Managua) me advirtieron que hay una orden “de arriba” para meterme preso. Me dicen que el plan era incriminarme por narcotráfico, implantándome droga en mi casa».

Esta nueva amenaza obligó a Orozco a abandonar a su familia y salir del Nicaragua para resguardar su integridad física. «Los informantes que tengo en Plaza El Sol me han dicho que incluso si no me encuentran en Bilwi, me quieren buscar en Managua, en la casa donde yo vivía hasta hace cuatro años, en la Colonia de El Periodista, por lo que me he visto obligado a abandonar el país».
Las mismas fuentes, dice Orozco, «me han dicho que el gobierno tiene un plan de “reponer a los presos políticos”» que fueron liberados el pasado nueve de febrero y que posteriormente fueron desterrados en un avión hacia Estados Unidos.
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Roberto Orozco es periodista y abogado. Ha trabajado como analista y consultor en temas de seguridad ciudadana y crimen organizado. Ha destacado en sus análisis y entrevistas sobre temas de narcotráfico, tráfico de armas y trata de personas. Hasta el 2012 fue investigador del clausurado Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), cerrado por el régimen de Daniel Ortega en diciembre de 2018.
Según su perfil público en redes sociales, Orozco es graduado en el Centro Hemisférico de Estudios de Defensa (CHDS), de la Universidad Nacional de Defensa de los Estados Unidos, en las especialidades de Estrategias y Políticas de Defensa y Crimen Organizado Transnacional y Redes Ilícitas en las Américas.