El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh) denunció la situación en la que se encuentra el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien habría sido trasladado a una celda de castigo luego de ser sentenciado por el régimen de Daniel Ortega a 26 años de prisión.
«Expresamos profundo rechazo por la decisión de el Gobierno de Nicaragua de llevar a monseñor Álvarez a una celda de castigo (el infiernillo). Nos informan que ahí las temperaturas llegan a 40 grados y está aislado. Por este trato cruel, todo daño de su salud es responsabilidad del Estado», manifestó Calidh por medio de un tuit.
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Recientemente, el defensor y secretario ejecutivo de Calidh, Danny Ramírez, afirmó que dentro de la organización «estamos siguiendo con preocupación el proceso en contra de monseñor Álvarez y otros sacerdotes detenidos. Reiteramos que el “castigo ejemplar” que quieren dar y enviar al resto del clero es persecución religiosa, una conducta prohibida por el derecho internacional», expresó.
Monseñor Rolando Álvarez es una de las voces más críticas contra la dictadura de Ortega y Murillo, el binomio que controla los hilos del poder en Nicaragua, un país sumido en una crisis sociopolítica, económica y de derechos humanos desde 2018.
La justicia de Daniel Ortega condenó este viernes, 10 de febrero, al obispo de la Diócesis de Matagalpa, bajo una pena de 26 años de cárcel. Esto luego de ser trasladado al sistema penitenciario Jorge Navarro conocido como «La Modelo». Es el primer obispo nicaragüense encarcelado por la dictadura sandinista y acusado de delitos de traición a la patria, por presuntamente violar la Ley 1055, Ley de Soberanía. Esa herramienta jurídica fue aprobada para perseguir a los opositores al régimen.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica, el cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez; el papa Francisco; personalidades de la política internacional y países democráticos se han pronunciado en rechazo a la decisión de la dictadura de Nicaragua de condenar en un juicio sumario exprés al obispo de Matagalpa.
La Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que la condena impuesta al jerarca católico sucede «por levantar la voz ante las injusticias» cometidas por el régimen de Nicaragua. «Como iglesia en México nos unimos en oración pidiendo a Dios padre convierta los corazones de quienes gobiernan para vivir en paz y libertad religiosa. ¡Libertad para monseñor Rolando Álvarez, decir la verdad no es un delito!», añadieron.