Unos treinta buses rusos llegaron a la ciudad de Chinandega para competir con las viejas unidades, una veintena de busetas que realizan el recorrido interurbano al Reparto Estela, La Florida, Pedro Joaquín, Monserrat, la extensa Colonia Roberto González, barrios del noroeste periférico de Chinandega, entre otros.
Esto ha provocado incomodidad del gremio de cooperativas antiguas ante el tráfico intenso de la moderna flota, que sin terminales oficiales, circulan unas tras otra por los cuatro rincones del municipio.
Autoridades de la secretaría política del partido orteguista, de la Alcaldía, del Ministerio de Transporte y de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte (Urecotraco), las entregaron a funcionarios políticos y «compañeros transportistas disciplinados» que ofrecen el servicio en esta ciudad.
Viejos concesionarios, «fuera del pastel»
Las unidades rusas circulan escasamente con pasajeros y solo lo abordan con más usuarios en las horas pico. El pasaje se mantiene en seis córdobas por lo que se deduce, que operan con pérdidas, puesto que hay momentos de la mañana o la tarde, que prácticamente circulan vacíos con dos o tres pasajeros. La mayoría de la ciudadanía crítica que procedan de Rusia, el imperio eurasiático que bombardea sin misericordia por más de un año a Ucrania.
Los viejos concesionarios de interlocales que no fueron beneficiados muestran su malestar porque antes apoyaron al partido del gobierno con el transporte durante desfiles y actividades partidarias y ‘con esto nos pagan’, dicen. Los dejaron fuera. Se quejan calladamente, de lo contrario les suspenden las concesiones. La amenaza la hizo el secretario político José Manuel Espinoza «Chemaya», antes de la llegada de las unidades.
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Una pasajera comentó que pensaba que se repondrían las unidades antiguas, las que presentan continuos problemas mecánicos, pero la «repartición» aparentemente fue otra, fue política y les hará competencia a viejos concesionarios. «Eso está mal», dice.
Desorden y más
Previo a prestar el servicio, hubo un desfile nocturno el pasado domingo 29 de enero y el lunes 30, desde las 5:30 de la mañana, se empezó a observar ocupando los espacios de las rutas oficiales sin organización ni control por un ‘chequeador’, que disponga con disciplina del horario, que estás puedan tener. Claro no puede faltar la bandera rojinegra en la parte frontal y lateral de las unidades.
Las calles chinandeganas invadidas de comercio tampoco aportan a las buenas nuevas. «Con estás calles desbaratadas no creo que duren más de un año en buen estado. En realidad, son lujosas y hay comodidad, pero aquí esto no da resultado», critica una comerciante.
Por Voces Unidas