El reciente informe de las Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en cuanto a las crisis de Nicaragua correspondiente a 2022 resume el cierre de medios de comunicación de parte del régimen orteguista y el destierro de más de 80 periodista debido a constantes amenazas en su contra, persecución y violencia.
«Desde 2018 hasta el 7 de diciembre de 2022, se han contabilizado 174 periodistas y trabajadores de la prensa que salieron al exilio. Solo en 2022 fueron 84, es decir, el 48 % del total desde el inicio de la crisis sociopolítica», refiere el documento de la organización internacional, que a su vez destaca la constante demanda hacia el régimen de Nicaragua en que se respeten los derechos de los hombres y mujeres de prensa.
Noticia relacionada: ONU: «Persecución en Nicaragua no tiene límites»
«En 2022 se han cancelado al menos 26 medios de comunicación. No obstante, se alerta sobre un posible subregistro debido a que los cierres no se habrían notificado oficialmente, sino, a través de llamadas telefónicas», lamenta la ONU.
En el mismo espacio dedicado a la libertad de prensa, la ONU destaca que en este mismo año «se promulgó la Ley 1132, que impone el registro obligatorio y la autorización gubernamental para la producción, filmación y exhibición de audiovisuales en Nicaragua», normativa con la que el régimen de Daniel Ortega busca controlar la creación de contenido en el país.
La iniciativa, propuesta por Ortega y aprobada con el voto de 89 de los 91 diputados que integran el Parlamento, convirtió a la estatal Cinemateca Nacional, antes adscrita al Instituto Nicaragüense de Cultura, en un ente autónomo bajo la rectoría de la Presidencia de la República.
La organización ha expresado a la dictadura de Nicaragua que «los derechos humanos y la democracia sólo están garantizados si los periodistas pueden realizar su trabajo libremente y sin temer por su seguridad».
Por su parte, Voces del Sur indica que la práctica periodística en Nicaragua es una «profesión de alto riesgo» y que, desde el régimen, se mantiene una campaña que busca silenciar a los periodistas que con «valentía y aplomo» continúan informando y venciendo la censura impuesta por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El año pasado también hubo amenazas contra dueños de medios de comunicación que fueron obligados a cerrar espacios informativos o serían clausurados por el mismo Telcor, como el caso del canal RB3 del periodista David Mendoza, que tras el cierre salió al exilio.