Desde hace seis meses, en la casa de María López, en la comarca El Coyolar, de Diriomo; no ha salido una sola gota de agua potable del grifo de su casa. Pero el problema no es solo de ella, toda la localidad, más las jurisdicciones de El Pochotillo y San Diego, padecen escasez de este líquido.
El desabastecimiento lo causa el motor del pozo comunitario que debería llevar agua potable a estas tres comunidades, se encuentra en mal estado y hasta el cierre de esta nota, los parroquianos no tenían respuesta de parte de los administradores de la aguadora.
Los pobladores están inconformes también porque creen que hay una mala administración de este bien comunitario, ya que aseguran que desde que este pozo fue donado por la cooperación alemana en 2004, siguen siendo los mismos directivos, y que desde ese año, no le dan mantenimiento a las instalaciones. Sin embargo, las facturas de cobro, les llegan puntualmente.
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«La gente se ha plantado frente al pozo, porque desde hace seis meses no tenemos agua, y solo dicen que el motor se quemó. Nosotros tenemos que comprar el agua en lugares bien lejos, tenemos que caminar y comprar el barril de agua hasta en 130 córdobas. Aquí sufrimos para cocinar, lavar la ropa, bañarnos y demás oficios y los más perjudicados son los niños y ancianos», se queja López.
Alcaldesa es parte del problema
Otra pobladora que prefirió omitir su nombre aseguró que un hermano de la alcaldesa sandinista de Diriomo, Sandra Vásquez, es parte de la directiva de dicho pozo comunitario, y que el resto de funcionarios, pertenecen a una sola familia y que nunca han rendido cuentas a la población desde que tomaron las riendas de la distribución el agua.
Aseguran que el colmo es que algunas veces ha sido la Alcaldía de Granada la que les ha enviado pipas con agua, porque la alcaldesa Vásquez, les ha manifestado que no puede ni ayudarles con el agua, ni intervenir a quienes venden el servicio porque el pozo es privado. Según los pobladores, es su manera de «proteger» a los responsables del problema.
«Los directivos mandaban el agua cuando les daba la gana, los recibos puntuales y caros porque le subieron el costo sin decirle a la gente. Nosotros queremos que esa directiva entregue el pozo y rinda cuentas de todos los ingresos, ¿En qué se invirtieron? Asimismo, esperamos que la nueva directiva que sea elegida, rinda cuentas», demandó la ciudadana.
Dos mil ciudadanos afectados
Se calcula que unas dos mil personas de las tres comarcas son las perjudicadas por la escasez de agua potable, por ese motivo en más de una ocasión se han tomado las instalaciones de dicho pozo para exigir el restablecimiento del servicio, porque la mayoría, asegura tener sus facturas al día.
Los pobladores hicieron un llamado a Daniel Ortega para que intervenga en esta situación y presione a su alcaldesa para que una nueva directiva se haga cargo de dicha administración, porque los anteriores son «eternos» y manejan los recursos a discreción.
Esperan que este problema sea resuelto pronto, puesto que el próximo 23 de enero, es el retorno escolar y necesitan cubrir las necesidades básicas en sus hogares.