Marruecos dominó con claridad en las gradas del estadio Education City de Al Rayyan y al final también lo hizo en los penaltis, en los que por 3-0 se impuso a España y logró el pase a la ronda de cuartos de final del Mundial de fútbol de Qatar 2022.
Marruecos, al pasar como primera del grupo F -en el que relegó al segundo puesto a Croacia, actual subcampeona del mundo; y en el que quedó eliminada Bélgica, tercera hace cuatro años, en Rusia- ya había igualado su mejor resultado en un Mundial, el de México’86; pero finalmente los hombres de Walid Regragui mejoraron su marca y, tras eliminar a España, firmaron su mejor actuación en el principal torneo por naciones del orbe.
España no llegaba a cuartos desde hacía doce años y medio, cuando, de la mano de Vicente del Bosque, ganó su único título mundial -el de Sudáfrica- y este martes, guiada por Luis Enrique, tampoco lo consiguió.
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Marruecos la envolvió en problemas y España cayó, jugando como visitante. No sólo por el orden del partido -la ‘Roja’ había pasado como segunda del grupo E, que encabezó la ya eliminada Japón-, sino por que los casi 25.000 aficionados que apoyaron al equipo magrebí en el Education City se hicieron notar mucho más que los poco más de tres mil -no necesariamente españoles todos ellos- que apoyaron al equipo hispano. En un estadio con capacidad de 44.667 espectadores, que lo llenaron.
Que había muchísimos más magrebíes quedó constatado de forma sobrada cuando sonó el himno de Marruecos; y cuando puso en juego el balón España. La pitada, sonora, se reprodujo en la mayoría de las posesiones de España. Casi con el mismo ímpetu con el que los marroquíes animaron de forma ininterrumpida a su selección
España superaba en posesión, pero Hakim Ziyech (Chelsea), por la derecha; y Sofiane Boufal -del Angers francés-, por la izquierda, anunciaban peligros. Y la primera ocasión la tuvo para Marruecos el madrileño Achraf Hakimi, carrilero derecho formado en el Real Madrid y que tras brillar en el Borussia Dortmund alemán lo hace ahora en el PSG francés. Achraf ejecutó un lanzamiento directo en el undécimo minuto que salió rozando el larguero de la portería defendida por Unai Simón.
También formaron, en el once titular del equipo magrebí, en el que se sumaba al ataque, por la izquierda, el otro lateral, Noussair Mazraoui (Bayern Múnich), dos sevillistas: el portero, Yassine Bono, héroe de su equipo, y el delantero centro, Youssef En-Nasyri, sustituido en el minuto 82 por Abdelhamid Sabiri (Sampdoria), autor del primer gol en la victoria contra Bélgica. Y el seleccionador de los ‘leones del Atlas’, Walid Regragui, que asumió el cargo hace sólo tres meses y que como futbolista militó dos temporadas en el Racing de Santander, situó, como era de esperar, en el centro de la defensa a su capitán, Romain Saiss (Besiktas) -el más experimentado, que este martes jugó su partido 70 como internacional-, y a Nayef Aguerd (West Ham). Que justo antes del descanso asustó al equipo español con un cabezazo que salió alto por poco.
Marruecos intentó golpear primero, pero un cañonazo al larguero de Gavi, primero (a pesar de que la jugada quedó invalidada por posición antirreglamentaria); y un pase por la izquierda de Jordi Alba a Marco Asensio, que éste culminó con un tiro que salió rozando el poste derecho de la portería defendida por Bono demostraron que España también podía hacer daño.
Sin embargo, la ocasión más clara, pasada la primera media hora, llegó mediante un zurdazo desde fuera del área de Mazraoui que desvió el guardameta del Athletic.
Al descanso se llegó sin goles, pero con la afición marroquí ‘goleando’ en la grada, desde la que siguió apretando en la reanudación. En la que Bono demostró lo bueno que es a lanzamiento de Dani Olmo (m.55).
La afición norteafricana vitoreó a Boufal, en el vigésimo minuto de la segunda mitad, cuando éste fue sustituido por Abde, de 20 años, que juega en el Osasuna cedido por el FC Barcelona y que este martes vistió por cuarta vez la camiseta de su país.
España seguía en poder del balón, con los hombres de Regragui muy bien ordenados en su campo, en espera de un contraataque. Sofian Amrabat (Fiorentina) deshizo una ocasión de Nico Williams y casi al final Morata cabeceó alto.
Bono sacó una falta envenenada de Dani Olmo; el marcador no se movió y el partido llegó a la prórroga. Que no cambió el guión. España con el balón; Marruecos, con mucho orden, esperando poder sorprender.
Lo pudo hacer Wallid Cheddira (Bari), que había entrado por Selim Amallah (Lieja) en el 82 y se plantó solo, en el 104, ante Unai, que se lució de nuevo al final de la primera parte de la prórroga; que terminó, una vez más, con España al ataque. En la reapertura, Cheddira puso de nuevo el corazón en un puño a la afición española. en el último suspiro fue Sarabia, que había entrado al final por Nico, el que casi desnivela el marcador.
Al final todo se decidió en los penaltis. Una lotería en la que España no llevaba los décimos correctos. Y en la que brilló el sevillista Bono.
Tal y como recordó en la víspera Regragui, Marruecos estaba a 24 horas de hacer historia. Los ‘leones del Atlas’ estaban hambrientos. Sus seguidores no dejaron de animarlos. Y al final obtuvieron la recompensa.
Marcaron Sabiri, Ziyech y Achraf, Sarabia tiró al palo y Bono le paró el lanzamiento a Carlos Soler. Para nada sirvió que Unai atajase el lanzamiento de Benoun; porque Busquets, campeón mundial hace 12 años, no marcó instantes después. Bono le paró su penalti. Y Marruecos -que buscará las semifinales ante el que gane de Portugal y Suiza- acabó haciendo historia en el Education City de Al Rayyan.
Adrian R. Huber