Familias mexicanas en la frontera con Estados Unidos han acogido a migrantes que se encuentran varados en medio de los frentes fríos y la saturación de albergues.
Los habitantes de la fronteriza ciudad de Matamaros han alojado a los extranjeros que están en el exterior de la Casa del Migrante “San Juan Diego”, donde padecen las bajas temperaturas que han originado los sistemas frontales registrados en los últimos días.
Con la saturación del albergue, ubicado en el sur de Matamoros, en el norteño estado mexicano de Tamaulipas, niños y adultos no pueden acceder al lugar para resguardarse y tienen que estar a la intemperie, bajo la lluvia y sin la ropa adecuada para protegerse de la ola gélida.
Ofelia Pérez, habitante de la zona, mencionó que al observar la situación crítica decidió otorgarles espacio a unas 20 personas en su hogar, sobre todo a los que han llegado a la ciudad acompañados con niños.
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“Yo no les cobro nada, les dije que pueden quedarse aquí, nada más que ellos compren (comida) porque no me va alcanzar”, expuso a EFE.
Las temperaturas en el municipio del norte de Tamaulipas, fronterizo con Texas, han descendido a los 7 grados centígrados, pero con la llovizna y el viento la sensación térmica es mucho menor, una situación que pone en riesgo a los que esperan entrar en Estados Unidos.
“LO POQUITO QUE TENGO”
Unas cuantas casas más adelante del albergue se encuentra la vivienda de Rosario Rodríguez Bernal y su esposo, quienes también optaron por asistir en su hogar a los extranjeros al observar su indefensión ante las condiciones del clima.
“Viendo la necesidad de la gente, cómo están batallando, les saqué el colchón, las cobijas (mantas), comida y lo poquito que tengo”, dijo Rodríguez Bernal.
En otros hogares se han habilitado casas de campaña en los patios para que los solicitantes de asilo puedan protegerse de la ventisca.
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Además, les han donado mantas para que se envuelvan en ellas y aminoren el impacto del clima hostil.
Durante el día se presentan matamorenses en el punto donde se concentran los migrantes para regalarles ropa de invierno, calzado y hasta bolsas de plástico para que las usen como impermeables ante las precipitaciones pluviales.
AGRADECIDOS CON MEXICANOS
Los extranjeros, que se han alojado en los espacios que se les ofrecen, están agradecidos por la empatía que se ha propagado y que los ha beneficiado con protección mientras pasa la contingencia.
“La señora nos encontró una noche que no teníamos dónde dormir y nos ofreció este hospedaje. Es algo que no hace nadie y nosotros estamos agradecidos”, expresó el venezolano Antony Gerardo González.
Junto con otra decenas de compatriotas, Antony percibe que las circunstancias ponen en peligro a los que pretenden llegar a territorio estadounidense porque carecen de los recursos para pasar el invierno.
“Me parece increíble, me siento agradecida con los mexicanos y le doy las gracias de parte de todos los que están afuera del refugio que reciben día a día ayuda, ya sea de comida, ropa de abrigo, para mí eso es de mucho gran valor”, coincidió la venezolana Duglimar Vargas.
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La crisis migratoria en Matamoros ha alcanzado niveles considerables porque la demanda ha sobrepasado la ayuda que se canaliza a los grupos que llegan a la localidad mientras esperan pasar a Estados Unidos.
Lo que ocurre en Matamoros refleja que la región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2,76 millones de indocumentados.