El exministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Francisco Aguirre Sacasa, de 78 años, cumple este viernes, 28 de octubre, 15 meses de haber sido tomado como preso político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El excanciller fue encarcelado el 27 de julio después que intentó pasar el puesto fronterizo de Peñas Blanca, hacia Costa Rica.
Desde su captura fue enviado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote», un centro donde los presos políticos son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Después de permanecer cuatro meses en esa cárcel de torturas, el 21 de febrero de este año fue enviado a prisión domiciliar por «razones de salud», según explicó la dictadura, pero esa decisión fue tras la muerte en la cárcel de Hugo Torres Jiménez.
Aguirre Sacasa, a pesar de estar bajo el régimen «de detención domiciliaria», mantiene máximas restricciones por parte de la Policía al servicio de la dictadura de Ortega. En reiteradas ocasiones, su hijo Roberto Aguirre, un reconocido dramaturgo en Estados Unidos, ha exigido la liberación sin condiciones de su papá.
Según el Ministerio Público, Aguirre Sacasa «ha realizado actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Nicaragua, y ha incitado públicamente en distintos foros a la injerencia extranjera en los asuntos internos, proponiendo bloqueos económicos, comerciales y operaciones financieras en contra del país y sus instituciones».
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Francisco Aguirre Sacasa fue acusado por «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional» en perjuicio del Estado de Nicaragua y de la sociedad nicaragüense, fue condenado a ocho años de cárcel e inhabilitado para ejercer cargos públicos, bajo la Ley de Soberanía, una herramienta jurídica inventada por Ortega para encarcelar a las voces disidentes.
La detención del excanciller liberal generó una ola de condena internacional contra la dictadura nicaragüense de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Su hijo, un reconocido dramaturgo en Estados Unidos, elevó su voz y pujó por la aprobación de la Ley Renacer, una ley que ejerce más presión al régimen de Managua.
Estados Unidos, reconocidos políticos, personalidades y organizaciones internacionales de derechos humanos han demandado que el excanciller sea liberado, pero la dictadura hace oídos sordos a todas las peticiones.
Aguirre Sacasa es parte de un grupo de 50 opositores que están presos en El Chipote, acusados de «traición a la patria», ampliando así la lista a más de 200 prisioneros políticos. Por su parte, la dictadura orteguista afirma que en el país no hay prisioneros por razones políticas, sino delincuentes.