El húngaro Csaba Kőrösi asumió este lunes el cargo de presidente de la Asamblea General de la ONU y adelantó que buscará acelerar el proceso de reformas en la organización, incluida la del Consejo de Seguridad, que lleva décadas discutiéndose sin apenas avances.
Kőrösi, que presidirá el 77 periodo de sesiones de la Asamblea que arranca mañana martes, aseguró en declaraciones a los periodistas que quiere que comiencen cuanto antes negociaciones con base en “propuestas concretas”, aunque recordó que este proceso está siempre en manos de los Estados miembros.
“El mundo ha cambiado desde 1945-1947. Es muy diferente”, recalcó para justificar la necesidad de reformar la estructura de Naciones Unidas, creada al término de la Segunda Guerra Mundial.
En concreto, Kőrösi consideró que hace falta un Consejo de Seguridad “más amplio, más representativo y con más capacidad de reacción” para poder cumplir con el cometido de garantizar la paz y la seguridad internacional.
“Yo voy a hacer todo lo que pueda para avanzar en este proceso”, aseguró el diplomático, que dijo que lleva más de 20 años siguiendo esta cuestión.
Desde hace décadas se discuten en el seno de la ONU numerosas reformas. Y, entre ellas, la del Consejo de Seguridad siempre se ha visto como la más importante y la más compleja.
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El principal órgano de decisión de Naciones Unidas cuenta con cinco miembros permanentes y con poder de veto (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido) y con otros diez que son elegidos por periodos de dos años; el derecho de veto ha hecho que el Consejo se haya visto bloqueado ante numerosos conflictos recientes, por ejemplo el de Ucrania.
En general, casi todos los países de la ONU consideran necesario reformar el Consejo de Seguridad, pero no ha habido hasta ahora un acuerdo sobre cómo hacerlo, con distintas propuestas sobre la mesa desde hace años.
Una de las más conocidas es la de Brasil, Alemania, Japón y la India, que juntos reclaman asientos permanentes, mientras que otros países -entre ellos España- promueven ampliar el número de plazas no permanentes.
Kőrösi, que a partir de la próxima semana presidirá los debates de los líderes internacionales en la Asamblea General, consideró hoy que el mundo se encuentra ante la “crisis más compleja” desde la Segunda Guerra Mundial y se ofreció a tender puentes entre todos los países para tratar de encontrar soluciones.