La vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, saludó este jueves, ocho de septiembre, a su maquinaria de propaganda gubernamental, en ocasión del Día Internacional del Periodista, afirmando que sus medios informan «verdades verdaderas».
La portavoz del régimen dijo que «al celebrar las y los comunicadores nicaragüenses este día (…) nos abrazamos con los hermanos que desde la comunicación crean y promueven lazos de comprensión y amor».
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Aprovechó su monólogo para despotricar contra la prensa independiente, señalando que la «verdad» que se dice en sus medios de comunicación, «brilla entre las caricaturas, las miserias espirituales y las ínfimas muecas del odio».
«Nos abrazamos, saludándonos con el orgullo de ser nicaragüenses por gracia de Dios, entregados a una misión de vida que es contar y exaltar la verdad y poner la fuerza de la certeza de lo comprobado y de lo visible, de lo real y excelso; las fuerzas del bien a las pequeñeces y agruras del desamor», subrayó la primera dama como si tal quisiera imitar a poetas.
Además, afirmó que a su propaganda gubernamental les «ánima el trabajo, el trabajo, el compromiso y la buena voluntad de lo que no dudamos en decir: yo no me vendo ni me rindo, yo quiero patria libre o morir».
«Abrazo fuerte enviamos a los compañeros y compañeras en el compromiso de seguir exaltando la verdad, porque sabemos que la mentira tiene patitas cortas y la verdad brilla y brilla y resplandece a través de la historia», recalcó.
«Lamenta» asesinato de dos niñas
En otro orden, la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía se refirió de forma escueta al asesinato contra dos niñas de siete y 10 años en Ciudad Belén, en Managua.
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Señaló que la Policía realizó las respectivas investigaciones para presentar ante el Ministerio Público a los acusados, «a los que se les han hecho todas las pruebas y han salido culpables de estos actos atroces, crímenes que nos han conmovido e indignado a todos».
Luego de referirse al caso, Murillo siguió afirmando que la cartilla promovida por su régimen para prevenir la violencia hacia las mujeres, promueve la unidad de las familias, «porque las familias deben seguir fortalecidas».
«Como familia debemos saber detectar en las casas (…) los signos y señales del irrespeto, de la violencia, de lo que constituye agresión a la dignidad de las personas (…) Que Dios nos permita alcanzar momentos y tiempos mejores en una cultura que debe ser de entendimiento, de paz y de respeto entre unos y otros», manifestó.
Aludiendo a su fe religiosa, Rosario Murillo concluyó que «desde la Iglesia y las vigilias que las familias asisten, se debe de fortalecer el respeto ante cualquier amenaza a la vida y dignidad de niños, niñas y adolescentes».