Monseñor Silvio Báez expresó su preocupación por la situación que atraviesa monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, detenido por la Policía de Ortega desde el 19 de agosto, tras permanecer 15 días encerrado en la Curia Episcopal.
«Estoy muy preocupado por la incierta situación de mi hermano obispo, Mons. Rolando Álvarez, quien fue privado ilegalmente de su libertad hace un mes», refirió el obispo Auxiliar de Managua a través de su cuenta de Twitter.
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En cuanto a un posible destierro al que sea sometido el obispo de Matagalpa por parte de la dictadura orteguista, Báez afirmó que «¡Mons. Álvarez no debe ser obligado a exiliarse! ¡Tiene que ser liberado de inmediato y volver a su diócesis!».
Desde la detención arbitraria contra monseñor Rolando Álvarez, Báez ha sido una de las voces religiosas que más ha condenado esta nueva arremetida y además ha demandado su libertad inmediata.
«Con el corazón indignado y dolido condeno el secuestro nocturno de Mons. Álvarez. ¡Quienes lo sepan, digan dónde está mi hermano obispo! ¡Que sus secuestradores respeten su dignidad y lo liberen! De nuevo, la dictadura vuelve a superar su propia maldad y su espíritu diabólico», escribió el prelado en su red social luego de saber del secuestro de su hermano en la fe.
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Tras 15 días bajo asedio policial y retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa desde el cuatro de agosto, la Policía, bajo las órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo, asaltó la sede episcopal. La página de Facebook de la Diócesis de Matagalpa confirmó el 19 del mismo mes que los agentes policiales irrumpieron en el recinto a las tres de la mañana.
La institución, bajo el mando del consuegro presidencial y sancionado comisionado Francisco Díaz, aseguró que esta acción se ejecutó para «recuperar la normalidad para la ciudadanía y las familias matagalpinas», aunque fueron los policías de Ortega los que tuvieron asediada la zona e impidieron a la feligresía asistir a las actividades religiosas.
Los acompañantes del también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, que fueron recluidos en «El Nuevo Chipote» son el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como los sacerdote Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el padre Raúl González. Igualmente, enfrenta la misma situación los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas. A todos, según fuentes, ya se les realizó una audiencia de juicio.
Monseñor Álvarez ha sido una de las voces religiosas más críticas del régimen de sandinista. Tras su participación como mediador en la fallida mesa de diálogo en 2018, el prelado ha sido objeto de asedio, persecución y difamación, hasta que la dictadura lo secuestró. Hasta el momento se desconoce su situación.