Durante el acto central previo al desfile militar por el 43 Aniversario de fundación del Ejército de Nicaragua, celebrado este sábado, tres de septiembre, en Managua, el dictador Daniel Ortega se remontó a las protestas sociales de 2018 y justificó su represión, afirmando que el Ejército y la Policía han «trabajado por la paz».
«Este es un Ejercito ya consolidado, un Ejército con una fortaleza que lo da la larga historia (…) y que se vino forjando. Hoy es un Ejército firme, sólido, bien preparado y dispuesto a asumir todas las tareas y condiciones que el país demande», señaló el mandatario nicaragüense.
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Remarcó que al retornar en 2007 al poder, su régimen logró «construir la paz hasta el 2018, año de la rebelión cívica que dejó un saldo de más de 300 asesinados, según organismos de derechos humanos.
«Ese periodo de paz nos permitió construir la carretera a San Carlos (…) y luego empezamos a trabajar en la carretera hacia Bluefields para que uniera el pacífico y que permitiera más desarrollo económico en esa zona donde miles de familias campesinas trabajaban con las uñas», recordó.
«Golpismo, enemigo de los pobres»
En alusión a la oposición contra su régimen, Ortega señaló que «el golpismo, el terrorismo no logró detener el trabajo de los nicaragüenses, claro que hubo una sacudida que entorpeció proyectos que pudieran caminar más rápido, porque el golpismo es enemigo de los pobres, no quieren escuelas para los pobres, no quieren salud para los pobres, no quiere alimentación para los pobres, todo lo quieren para ellos», despotricó el dictador echando manos de su viejo discurso de supuesto pobre, aunque él y sus hijos viven como millonarios mientras ha multiplicado la miseria en todo el país.
Además defendió la arremetida policial y paramilitar contra manifestantes, alegando que «¿qué hubiese pasado si no hubiésemos detenido la arremetida terrorista?, estuviéramos en guerra, pero se restauró el orden, y al restaurarse el orden, se desaparecieron los tranques donde asesinaban a los policías y no policías, donde los garroteaban y torturaban».
«El golpismo intentó destruir lo que estábamos construyendo, porque destruyeron; ellos siempre han sido destructores. En los años 80 minaron nuestro puertos, destruyeron centros de almacenamiento de petróleo. Aquí los agentes de la CIA colocaron bombas para provocar ese incendio y que nos quedásemos sin petróleo», recalcó el dictador.
En referencia a la represión de 2018 por parte de la Policía, el presidente afirmó que su institución «libró una lucha heroica, porque la condición que pusieron los que estaban al frente, era que la Policía no saliera (…) pero comenzaron a atacar los cuarteles todos los días (…), pero al final no quedó más camino que decirle a la Policía que restaurara el orden; no se podía permitir la destrucción de la economía».
Señala a EE.UU. de «manipular» a la empresa privada
En cuanto al rompimiento con la empresa privada, Daniel Ortega afirmó que el «intento de golpe de Estado» fue con el «aplauso de la oligarquía», porque «la oligarquía estaba caminando con una gran alianza con el Gobierno y los trabajadores».
«Pero cuando se trató de ajustar el salario y los ingresos de la seguridad social, significó tocar la bolsa a los capitalistas, entonces allí rompieron y se lanzaron en planes que ya tenían premeditados, son mencionar que su reforma al Sistema de Seguridad Social que provocó la rebelión popular fue el intento de esquilmar hasta en un 5% las jubilaciones raquíticas de los pensionados, entre otras medidas impopulares.
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También acusó a Estados Unidos de amenazar y presionar al empresariado. «Les decían que si no rompían la alianza con el gobierno sandinista, les iban a aplicar las sanciones».
«Muchos de estos empresarios que se lazaron en contra nuestra después de haber estado en alianza, llevando muy buenas relaciones, se vieron obligados a hacerlo porque los yanquis los amenazaron con congelarles los fondos que tenían allá en Estados Unidos y por lo tanto destruirle sus empresas y sus negocios», acusó Ortega, sin aportar ninguna evidencia más que su vieja perorata.
Además señaló a la sectores de la oposición que demandan la liberad de los presos políticos, querer que Nicaragua rompa relaciones económica con Estados Unidos, sin embargo el dictador se amparó en las relaciones con el Gobierno de China. «Ahora tenemos relaciones económicas con la república de China y agradecemos su solidaridad con el pueblo nicaragüense».
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El jefe supremo del Ejército concluyó su discurso asegurando que la cuestionada institución castrense «está para proteger la paz en Nicaragua no para agredir a nadie y eso explica por qué el Ejercito tiene muy buenas relaciones con la población, la población sabe que es la forma de que juntos defendamos la paz.
Cabe señalar que en los dos discursos que Ortega hizo en 24 horas por motivos del 43 aniversario del Ejército, no se refirió a los presos políticos ni a la exhibición que hizo con 27 opositores, cautivos desde hace más de un año en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocido como «El Nuevo Chiote» en Managua.