Nicaragüenses en España están convocando a una misa para el domingo, cuatro de septiembre, a celebrarse en la Parroquia del Santísimo Redentor en la ciudad de Madrid, para pedir por la Iglesia católica en Nicaragua y para que se detenga la represión en contra de monseñor Rolando Álvarez y sacerdotes.
La misa iniciará a la una de la tarde —hora de España, cinco de la mañana en Nicaragua— y será presidida por el padre José Miguel de Haro. «Miedo y de rodillas solo ante Dios», es parte de la consigna de los opositores que ha mostrado su solidaridad para con Nicaragua.
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Además de los nicaragüenses en Madrid, se unirán a la misa autoconvocados de diferentes ciudades como Salamanca, Toledo, y están por confirmar delegaciones de Sevilla y Zaragoza.
En entrevista con Artículo 66, Aracely Sauceda, parte de los organizadores de la misa, indicó que además de pedir por la Iglesia católica se estará orando por el pueblo nicaragüense «porque seguimos sufriendo con todos los presos políticos».
En cuanto al padre José Miguel de Haro, quien realizará la homilía, Sauceda señaló que el prelado ha mostrado su cercanía y empatía con el pueblo nicaragüense. «En su parroquia, el padre siempre se solidariza con el dolor que está viviendo Nicaragua, y él quiere mucho a la comunidad nicaragüense», indicó.
«Él (de Haro) nos ha abierto no solamente las puertas de la iglesia, sino también él como persona, porque no solamente se necesita de un profesional en psicología, sino también de un guía espiritual que te ayude a alimentar esa fe, sobre todo para los creyentes», agregó la representante de la organización SOS Nicaragua-Madrid.
Expondrán imágenes de la Iglesia católica de Nicaragua
En la entrada de la Parroquia del Santísimo Redentor, según Sauceda, pondrán un mural informativo acerca de las últimas noticias en Nicaragua «y sobre todo señalando la persecución a nuestra Iglesia».
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«Expondremos imágenes de la persecución a monseñor Rolando Álvarez, el asedio a su catedral, y la persecución y asedio a otros sacerdotes. También pediremos a Dios que nos enseñe a orar por los perseguidores —Daniel Ortega y Rosario Murillo—, porque sabemos que se han vuelto torturadores y no puede ser que Nicaragua siga de mártir de una pareja de psicópatas», agregó.
Al finalizar la misa, los autoconvocados presentarán bailes folclóricos, lo que según los organizadores es como muestra «de resistencia». «Nuestros bailes son una muestra de protestar por todo lo que pasa en Nicaragua», dijo Aracely Sauceda.
Desde el 2018, la Iglesia católica en Nicaragua se ha convertido en un «blanco» del régimen de Ortega. Después del intento de diálogo con la oposición, la dictadura ha señalado a todo el prelado de «traedores, golpistas y terroristas».
En este 2022, la represión contra sacerdotes ha incrementado. Actualmente hay nueve religiosos presos, dos de ellos —monseñor Leonardo Urbina y el padre Manuel Salvador García— fueron llevados a juicio por delitos comunes. Sin embargo, las muestras de solidaridad han sido generalizadas tanto dentro como fuera de Nicaragua.