La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urgió al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que libere inmediatamente al obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, cinco religiosos y tres laicos que fueron secuestrados esta madrugada por oficiales de la Policía al servicio de la dictadura. Además, demandan que se informe sobre su paradero y se respete su vida e integridad personas.
«El obispo habría sido responsabilizado por las autoridades de “ejecutar actos de odio” y “desestabilizar al Estado”; asimismo, en declaraciones públicas, la vicepresidenta (Rosario Murillo) lo acusó de cometer “crímenes de lesa espiritualidad”, debido a su denuncia y oposición a la confiscación y cierre de siete radioemisoras de la Diócesis de Matagalpa», explica la declaración del organismo de derechos humanos.
La CIDH señala que estos actos de la dictadura son parte de un contexto sistemático de persecución, criminalización, hostigamiento, asedio policial y declaraciones estigmatizantes por parte de las más altas autoridades del Estado. Según el organismo, esto es producto del papel crítico de la Iglesia al denunciar las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el marco de la crisis en el país y por haber mediado un diálogo nacional en 2018.
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«En el primer semestre de 2022, la Comisión también ha rechazado el cierre y confiscación de los bienes de distintas organizaciones vinculadas con la Iglesia, como la Universidad Católica del Trópico Seco, varios colegios de la diócesis de Estelí y la Fundación de las Hermanas Misioneras de la Caridad de Santa Teresa de Calcuta, cuyas integrantes fueron expulsadas del país. En el mes de marzo, el Estado ordenó la salida del nuncio apostólico (Waldemar Stanislaw) del país, quien fue mediador en la Mesa de Diálogo de 2019», explica la CIDH.
El secuestro de monseñor Álvarez
Tras 15 días bajo asedio policial y retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa desde el cuatro de agosto, la Policía, bajo las órdenes de Daniel Ortega y Rosario Murillo, asaltaron la Curia Episcopal de Matagalpa para secuestrar a monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de la Diócesis de esa ciudad.
La página de Facebook de la Diócesis de Matagalpa confirmó que los agentes policiales irrumpieron en la sede episcopal a las tres de la mañana de este viernes, 19 de agosto. En el sitio, se encontraban monseñor Álvarez, cinco sacerdotes y tres laicos. Se presume que todos también fueron secuestrados.
Acompañaban a monseñor Álvarez el primer y segundo vicario de la catedral de San Pedro, de Matagalpa, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, respectivamente; así como los sacerdotes Óscar Escoto—párroco de la iglesia Santa María de Guadalupe—, Ramiro Tijerino—rector de la Universidad Juan Pablo II—y el padre Raúl González.
También se encontraban en el interior de la Curia los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, al igual que el camarógrafo Sergio Cárdenas. Según Confidencial, en la sede continúa retenido el padre Escoto.
La embestida contra monseñor Álvarez continuó esta mañana con el allanamiento a la casa de los padres del obispo, ubicada en Managua. Se desconoce el paradero del jerarca. La Policía ejecuta las acciones, pero todavía no se pronuncia de forma oficial sobre el secuestro a los religiosos y laicos.
La Iglesia católica ha sido blanco de ataques del régimen tras mediar un fallido diálogo nacional. Su voz profética y respaldo al pueblo la ha llevado a sufrir amenazas, profanaciones de templos, persecución de sus sacerdotes y obispos y el exilio forzado de algunos miembros del clero.