El Ejército ucraniano defiende la ciudad de Bajmut, en el Donbás, y en cuyas inmediaciones las tropas de Rusia han logrado asentarse, mientras Kiev y Moscú intercambian acusaciones respecto a los ataques del viernes contra la central nuclear de Zaporiyia y se acusan de “terrorismo nuclear”.
“En la dirección de Donetsk las fuerzas rusas llevan cabo una ofensiva, los principales esfuerzos se concentran en las direcciones de Bájmut y Avdiivka”, informó hoy en su parte de guerra el Estado mayor del Ejército ucraniano.
Según el mando ucraniano, “en la dirección de Bájmut los rusos llevaron a cabo acciones ofensivas en las direcciones de Yakovlivka-Vershina y Kódema-Záitseve. Se retiraron sin éxito”.
No obstante, el Estado mayor de Ucrania constató que las tropas rusas insisten en esta dirección al señalar que “la ofensiva contra Bájmut continúa”.
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Varios blogueros prorrusos, citados por el estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) afirmaron que las tropas rusas combaten activamente en la fábrica de yeso Knauf Gips Donbás en las afueras del sureste de Soledar, 8 kilómetros al noroeste de Bajmut.
SUSPENSO Y TENSIONES EN EL SUR
Mientras, en el sur de Ucrania, donde no acaba de cuajar la anunciada controfensiva ucraniana en Jersón, se mantiene el suspenso, ante la concentración de las tropas rusas.
Según informó hoy la inteligencia británica, “las fuerzas rusas probablemente se concentran en el sur a la espera de una contraofensiva de Ucrania o en el marco de los preparativos para una posible ofensiva”.
“Largas columnas de camiones militares rusos, tanques, artillería y otro armamento continúan avanzando del Donbás al suroeste”, indicó la inteligencia británica, que constató movimiento de tropas desde varias ciudades ucranianas ocupadas y desde Rusia.
Además, alertó que en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, fueron emplazados grupos tácticos de entre 800 y 1.000 soldados.
“Es altamente probable que sean utilizados para apoyar las tropas rusas en la región de Jersón”, añadió la inteligencia británica.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso anunció hoy varios ataques en esta región, a consecuencia de los cuales murieron más de 470 militares ucranianos.
“En las cercanías de la localidad de Biloguirka de la región de Jersón, la aviación de la Fuerza Aeroespacial rusa y el fuego de las unidades de artillería atacaron un emplazamiento de la 46 brigada aerotransportada del Ejército ucraniano. Fueron eliminados más de 400 nacionalistas”, informó el mando ruso.
Según Igor Konashénkov, el portavoz de Defensa ruso, “a consecuencia de los ataques con armas de alta posición de la Fuerza Aeroespacial rusa contra las posiciones de combate del batallón 105 de la 63 brigada motorizada del Ejército ucraniano (…) fueron aniquilados más de 70 nacionalistas y heridos alrededor de 150”.
Este ataque, señaló el mando ruso, también tuvo lugar en la región de Jersón, en las localidades Andriivka, Lozove y Dolgove.
Konashenkov señaló que “ante las bajas masivas de las fuerzas ucranianas en la dirección de Mikoláiv, los militares de la 59 brigada motorizada y la 62 brigada de infantería, así como la 35 brigada de infantería de marina se negaron a cumplir la orden de iniciar una ofensiva, abandonan sus posiciones y desertan”.
Además, el Ministerio de Defensa afirmó haber atacado con misiles de alta precisión un emplazamiento de la Legión Extranjera en la región de Dnipropetrovsk, también en el sur de Ucrania, con un saldo de “más de 80 mercenarios extranjeros y 11 máquinas de combate” aniquiladas.
ACUSACIONES MUTUAS POR CENTRAL NUCLEAR DE ZAPIRIYIA
Tras los ataques de la víspera contra la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, denunciados por las autoridades prorrusas de la ciudad ucraniana de Energodar, Moscú y Kiev se acusaron mutuamente de poner en riesgo la seguridad de la instalación nuclear.
En su mensaje de vídeo diario, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, arremetió contra Rusia al afirmar que “los ocupantes crearon otra situación extremadamente peligrosa para toda Europa: bombardearon la central nuclear de Zaporiyia dos veces”
“Cualquier bombardeo contra esta instalación es un crimen abierto y flagrante, un acto de terror”, afirmó, al insistir en la necesidad de reconocer a Rusia como un estado patrocinador del terrorismo y pedir más sanciones “contra toda la industria nuclear rusa, desde Rosatom hasta todas las empresas e individuos relacionados”.
Moscú, que controla esta instalación prácticamente desde los primeros días de su campaña militar en Ucrania, cuestionó estas declaraciones y calificó a su vez a Kiev de promover el “terrorismo nuclear”.
“Los ataques de Ucrania contra instalaciones nucleares pueden ser calificadas en base al derecho internacional como actos de terrorismo nuclear”, afirmó en Telegram el senador ruso, Konstantín Kósachev.
El senador señaló que el ataque del Ejército ucraniano contra la central nuclear en momentos en que la ONU celebra una conferencia de No Proliferación de Armas Nucleares “pone en duda el cumplimiento por parte de Ucrania de sus compromisos en materia de seguridad de instalaciones nucleares”.
Las autoridades prorrusas de la región de Zaporiyia, parcialmente ocupada por el Ejército ruso, acusaron ayer a las fuerzas ucranianas de atacar con su artillería la central nuclear y dañar las líneas eléctricas y naves industriales de la planta.
El ataque condujo a la detención de uno de los bloques nucleares tras quedar sin electricidad.
El administrador prorruso local, Yevgueni Balitski, llamó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a visitar la central y ver con sus propios ojos la situación en el terreno.
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“Quisiéramos que viniera aquí el jefe del OIEA y viese quién es en realidad el protector del reactor nuclear y quien lo ataca con drones. Quién es terrorista y quién defiende la paz”, señaló el jefe de la administración local, Yevgueni Balitski, citado por Interfax.
Según el representante prorruso, “el Ejército ruso garantiza la seguridad, fue justamente el Ejército ruso el que derribó los drones lanzados por Ucrania contra el sistema de enfriamiento de los reactores”.
El pasado 20 de julio la administración militar prorrusa de Energodar acusó al Ejército ucraniano de perpetrar cuatro ataques con drones kamikaze contra esta instalación energética.
Las autoridades de Energodar informaron de que la sala de reactores de la central nuclear no sufrió daño alguno, pero señalaron que las explosiones hirieron a once empleados de la instalación, cuatro de ellos en estado grave.