El día iniciaba en Matagalpa este cuatro de agosto cuando el obispo de esa Diócesis, monseñor Rolando Álvarez, se ve arrodillado en las afueras de las Curia Episcopal con su sotana y rodeado de tres policías fuertemente armados y la patrulla 733 está plantada en la entrada de la sede religiosa. Otros cinco policías, también armados y la patrulla 978 se ubicaron a pocos metros del sacerdote crítico de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Una patrulla de Auxilio Judicial de Matagalpa bloquea el paso en uno de las calles que da a la residencia del obispo, una camioneta gris de la Policía, rotulada con la frase «equipo técnico Matagalpa», también se apostó en las afueras de la Curia. El operativo es liderado por el comisionado general Cruz, según se aprecia en el video.
Las calles de acceso a la Curia Episcopal están sitiadas por 36 oficiales y 12 agentes antimotines, incluidos los agentes de tránsito que colocaron retenes con conos para evitar el paso al interior del sitio religioso donde se encuentra el obispo de los matagalpinos, según constató Artículo 66 en la transmisión en vivo de la Diócesis.
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El obispo que está de rodillas entonando «perdona a tu pueblo Señor» es uno los jerarcas de la Iglesia que ha sufrido los arrebatos de la dictadura nicaragüense desde el año 2018 cuando encabezó una Comisión de Mediación en un fallido Diálogo Nacional entre el régimen y la oposición.
Con Santísimo en mano, el obispo inició su recorrido por las calles aledañas a la Curia, los fieles que salieron de sus casas para acompañarlo eran impedidos de acercarse por los agentes de la dictadura, pero monseñor Rolando Álvarez los repelía de su rebaño mostrándole el Santísimo. El obispo se movía ágilmente de un lado a otro para evitar que la Policía alejara a los fieles que adoraban a Jesús Sacramentado.
Una mujer que estaba de rodillas adorando al Santísimo en la esquina opuesta a la sede del episcopado fue reprimida por los policías, usaron un contingente de 10 oficiales para disuadirla, pero los reclamos del obispo fueron escuchados. La mujer continúo su adoración y otras más se unieron a ella.
Los feligreses se Matagalpa demostraron su fe y en medio del cordón policial impuesto adoraban al Santísimo y demostraron su respaldo a su obispo ante la hostilidad del régimen contra monseñor Rolando Álvarez. Después de una hora de adoración al Santísimo, el obispo regresó al interior de la Curia sitiada para oficiar una misa.