El subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, condenó la noche de este miércoles el “brutal” ataque ejecutado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica, medios de comunicación y comunidad religiosa.
El pasado primero de agosto el régimen Ortega-Murillo ejecutó una nueva ofensiva contra la Iglesia católica, que inició con el cierre de al menos siete radios de corte religioso, pero que recrudeció con el asalto a la capilla Niño Jesús de Praga de Sébaco, en el norte del país y el cerco policial en contra del sacerdote Uriel Vallejos, quien se encuentra confinado en la casa cural.
“El brutal ataque de Ortega-Murillo contra el clero católico, instalaciones radiales y miembros de la comunidad en Sébaco es otro golpe a las libertades de religión y expresión en Nicaragua”, escribió en Twitter el funcionario estadounidense.
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El brutal ataque de Ortega-Murillo contra el clero católico, instalaciones radiales y miembros de la comunidad en Sébaco es otro golpe a las libertades de religión y expresión en Nicaragua. ¿Cómo pueden hombres y mujeres de uniforme (muchos gente de fe) ejecutar tales órdenes?
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) August 4, 2022
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denunció las condiciones de encierro en las que se encuentra el sacerdote Vallejos y un grupo de feligreses, que desde hace 48 horas permanecen bajo el asedio policial.
«No tienen luz eléctrica, ya casi no tienen comida y están rodeados por policías armados. ¿Qué pretende el régimen Ortega-Murillo? ¿Dejar que mueran de hambre?, hoy más que nunca debemos responder al llamado del padre Uriel “no me dejen solo”», denunció la organización defensora por medio de sus redes sociales.
El padre Vallejos ha mantenido informada a la población a través de su cuenta de Twitter, en la cual muestra que no ha dormido y sus alimentos son escasos. También informó que por motivos del asedio policial en las instalaciones de la capilla y casa cural se suspendían las clases en el colegio San Luis Gonzaga, Sébaco, “hasta nuevo aviso”.
“¿Cómo pueden hombres y mujeres de uniforme (muchos gente de fe) ejecutar tales órdenes?”, cuestionó Nichols las acciones represivas de la Policía.
Telcor como arma de represión
La dictadura Ortega-Murillo, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó el primero de agosto el cierre de siete emisoras que estaban a cargo de la Diócesis de Matagalpa, dirigida por monseñor Rolando Álvarez, uno de los obispos perseguidos por el régimen de Nicaragua.
Radio Hermanos, Radio Nuestra Señora de Lourdes de La Dalia, Radio Santa Lucía de Ciudad Darío, Radio Católica de Sébaco, Radio Nuestra Señora de Fátima de Rancho Grande, Radio San José de Matiguás y Radio Monte Carmelo de Río Blanco fueron las siete emisoras aniquiladas por Telcor.
as diferencias entre Ortega y la Iglesia se incrementaron cuando el Episcopado actuó como mediador en un diálogo que buscó, sin éxito, la salida a la crisis de Nicaragua en 2018, tras lo cual el presidente ha tildado al clero de “terrorista”.
Nicaragua vive una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones de noviembre pasado en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
(Con información de EFE)